Analistas dicen que la tasa bancaria debe ser extraordinaria, no recaudatoria

Madrid, 4 nov (.).- El Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) ha considerado este viernes que el impuesto a la banca que prepara el Gobierno debería servir para «una tarea extraordinaria muy concreta y medida en el tiempo», y no para «conseguir ingresos permanentes para reducir el déficit público».

En su valoración del dictamen del BCE sobre la citada tasa que se conoció ayer, la entidad destaca que detecta «deficiencias técnicas» en la propuesta legislativa que producen «inseguridad jurídica y afecta tanto a la salud de las entidades de manera individual como en el conjunto del sistema».

Sin embargo, añade, el dictamen no incluye ninguna valoración sobre cómo podría afectar esta tasa al comportamiento esperado de las entidades financieras, tanto en el escenario actual como en los próximos trimestres.

El Instituto echa en falta en la propuesta del Gobierno una «memoria económica que mida si este tributo genera problemas de solvencia, afecta a la concesión de crédito y a la estabilidad financiera».

Hasta ahora, lo único existente es la afirmación, en el proyecto de Ley, de que esta medida no supone un daño sobre estas variables, pero sin estimaciones ni cálculos que lo demuestren.

En materia de deficiencias técnicas, los analistas resaltan la definición del hecho imponible y la determinación de la base sujeta a impuesto.

Al no haber analizado en su conjunto el balance y cuenta de resultados de la banca ni las condiciones actuales de mercado y sólo fijarse en los llamados beneficios «caídos del cielo», puede que alguna de las entidades «termine incurriendo en pérdidas de explotación», agravadas por una mayor dotación a provisiones derivada del incremento de la mora, según la IEAF.

También rechaza que en los tributos ordinarios hay unas reglas más claras para determinar la base imponible, mientras que en esta nueva figura no hay un método empíricamente demostrado y de consenso con el que se pueda determinar esa base «sin demasiada discrecionalidad».

En cuanto a otro de los aspectos críticos que detecta el BCE, como es la falta de adecuación del impuesto a la realidad actual, el Instituto cree que diseñar un tributo «en el vacío o de una manera aislada del conjunto» implica en términos técnicos «demasiadas lagunas y demasiado margen para la interpretación».

Y esto -advierte- alcanza incluso a los organismos de Competencia a los que se les ha encargado perseguir a las entidades que repercutan en precios el impuesto, sin dotarles del instrumento de análisis adecuado para determinar si la subida de precios que se está produciendo debido a la subida de los tipos de interés y a la demanda de productos y servicios financieros se debe o no al impuesto.

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