Áñez niega las acusaciones en el caso del golpe de Estado en Bolivia: «Lo que se quería era pacificar el país»
09.04.2022 00:09
La expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez, quien se autoproclamó mandataria tras el derrocamiento de Evo Morales, declaró este viernes en el juicio conocido como ‘Golpe de Estado II’ y rechazó las acusaciones en su contra.
La política, quien está en prisión preventiva hace más de un año, negó haber participado de un plan para destituir a Morales: «Fui bastante clara desde el principio, cuando manifesté públicamente que me correspondía [la Presidencia] por sucesión constitucional, pero que no me iba a imponer. Si había otras opciones, yo estaba para aportar a la pacificación del país», dijo.
Al momento de encontrarse vacante el puesto de presidente, luego de que las Fuerzas Armadas pidieran públicamente la dimisión del jefe de Estado, a Áñez no le correspondía la sucesión por línea de mando en el Senado y tampoco obtuvo el quórum del Poder Legislativo para investirse, pese a ser un requisito excluyente. Igualmente, se produjo su asunción presidencial, habiendo obtenido un polémico aval del Tribunal Constitucional.
Para el actual Gobierno de Luis Arce, todo fue parte de una conspiración para quitar al Movimiento al Socialismo (MAS) del poder. Por su parte, la acusada desmiente esta versión: «Lo que se quería era pacificar el país por tantos hechos de violencia, donde ya había muertos», sostuvo. Con ello, se refería a los disturbios ocasionados tras el cuarto triunfo consecutivo de Morales en las elecciones presidenciales.
«No tenía contactos con militares»
Sobre el golpe, sostuvo: «No tenía ni voz ni voto en mi partido, mucho menos voy a tener teléfonos, contactos con militares. No pueden decir que fue orquestado«. Para Añez, la salida de Morales fue «una consecuencia de la convulsión», sin estar planificada. No obstante, el actual presidente, Luis Arce, sostiene que la administración de Áñez «fue una dictadura».