Blinken llega a China en un viaje inusual con pocas esperanzas de lograr avances
18.06.2023 04:37
© Reuters. Foto del domingo del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a su llegada a Pekin
Jun 18, 2023. REUTERS/Leah Millis/Pool
Por Humeyra Pamuk
PEKÍN, 18 jun (Reuters) – El secretario de Estado Antony Blinken llegó el domingo a Pekín, convirtiéndose en el primer diplomático estadounidense de alto rango que visita China en cinco años, en medio de unas frías relaciones bilaterales y escasas perspectivas de avance en las disputas entre las dos mayores economías del mundo.
Tras haber pospuesto un viaje en febrero después de que un presunto globo espía chino sobrevolara el espacio aéreo estadounidense, Blinken es el funcionario de más alto rango de Washington en visitar China desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021.
Durante su viaje, que durará hasta el lunes, se reunirá con el ministro de Asuntos Exteriores Qin Gang, con el máximo diplomático chino, Wang Yi, y posiblemente con el presidente Xi Jinping. Se espera trabaje para establecer canales de comunicación que garanticen que la rivalidad estratégica entre ambos países no se convierta en un conflicto.
Será un viaje que también seguirá de cerca el resto del mundo, ya que cualquier escalada entre las superpotencias podría tener repercusiones en todos los ámbitos, desde los mercados financieros hasta las rutas y prácticas comerciales y las cadenas de suministro mundiales.
«Ambas partes reconocen que necesitamos canales de comunicación de alto nivel», declaró a la prensa un funcionario del Departamento de Estado durante una parada para repostar en Tokio de camino a Pekín.
«Estamos en un momento importante de la relación en el que creo que es importante reducir el riesgo de errores de cálculo o, como suelen decir nuestros amigos chinos, detener la espiral descendente de la relación», añadió el funcionario.
Las relaciones entre ambos países se han deteriorado en todos los ámbitos, lo que hace temer que algún día puedan enfrentarse militarmente por Taiwán, que China reclama como propia.
También están enfrentados en asuntos que van desde el comercio, los esfuerzos de Estados Unidos por frenar la industria china de semiconductores y el historial de Pekín en materia de derechos humanos.
Especialmente alarmante para los vecinos de China ha sido su reticencia a entablar conversaciones militares regulares con Washington, a pesar de los repetidos intentos estadounidenses.
En una conferencia de prensa celebrada el viernes antes de partir hacia Pekín, Blinken declaró que el viaje tenía tres objetivos principales: Establecer mecanismos para la gestión de crisis, promover los intereses de Estados Unidos y sus aliados y hablar directamente de las preocupaciones relacionadas, y explorar áreas de posible cooperación.
(Editado en español por Javier Leira)