Casi la mitad de la ayuda pública a la agricultura es dañina para el clima
04.11.2022 18:08
© Reuters. Casi la mitad de la ayuda pública a la agricultura es dañina para el clima
París, 4 nov (.).- Los ministros de Agricultura de la OCDE y de otros nueve países asociados expresaron este viernes su «preocupación» porque casi la mitad de la ayuda pública al sector es «potencialmente dañina para los esfuerzos a largo plazo para luchar contra el cambio climático y para otros retos de los sistemas alimentarios».
En una declaración, al término de dos días de reunión en París, los representantes de esos 47 países y de varias organizaciones internacionales lamentaron, en paralelo, que las inversiones en innovación, en bioseguridad, en infraestructuras y en otros servicios generales pesen poco en esas ayudas.
En concreto, únicamente representan un 13 % de las transferencias al sector agrícola, un porcentaje inferior al 16 % que suponían hace dos décadas, cuando esas inversiones se consideraban tan importantes para un crecimiento sostenible de la productividad.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que para conseguir el objetivo de eliminar el hambre en el mundo y limitar las emisiones para cumplir los objetivos climáticos de los Acuerdos de París, en la próxima década la productividad en la agricultura tendría que progresar un 28 %, lo que significaría triplicar el ritmo del último decenio.
Los responsables de Agricultura de sus países miembros, así como los de Argentina, Brasil, Bulgaria, Croacia, Kazajistán, Perú, Rumanía, Sudáfrica y Ucrania, hablaron también de la invasión rusa de este último país, al que manifestaron su apoyo.
Acordaron mantener el diálogo para garantizar que el comercio internacional de alimentos y de fertilizantes se mantenga «abierto y transparente», para que los mercados respondan a las presiones y se evite que la guerra incremente todavía más la inseguridad alimentaria global.
A medio y largo plazo identificaron tres grandes desafíos para el sector agroalimentario.
El primero es ofrecer una alimentación suficiente y segura a una población mundial creciente que se acercará a los 10.000 millones de personas en 2050.
Los otros dos son afrontar los retos medioambientales, incluida la reducción de las emisiones causantes del efecto invernadero y restablecer la biodiversidad; y ofrecer medios de vida a todos los actores de la cadena alimentaria, incluidos más de 600 millones de agricultores y ganaderos.