Cazas chinos y buques de guerra de EEUU se movilizan ante esperada visita de Pelosi a Taiwán
02.08.2022 18:01
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La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, saluda tras asistir a una reunión con el presidente del Parlamento de Malasia, Azhar Azizan Harun, en el Parlamento de Malasia, en Kuala Lumpur, Malasia. 2 de agosto, 2022. De
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Por Yimou Lee y Sarah Wu
TAIPÉI, 2 ago (Reuters) – Aviones de guerra chinos sobrevolaron el martes la línea que divide el estrecho de Taiwán, poco antes de la esperada llegada a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en una visita que ha llevado las fricciones entre Washington y Pekín a un nuevo nivel.
Los dirigentes chinos han advertido en repetidas ocasiones que Pelosi, que lleva mucho tiempo criticando a Pekín, no debe viajar a Taiwán, país autogobernado que China reclama como propio.
En la última salva retórica, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijo el martes que los políticos estadounidenses que «juegan con fuego» en la cuestión de Taiwán «no tendrán buen final».
Estados Unidos dijo el lunes que no se dejaría intimidar por lo que llamó «ruido de sables» chino.
La mayoría de las reuniones previstas por Pelosi, incluida con la presidenta Tsai Ing-wen, estaban programadas para el miércoles, dijo una persona familiarizada con su itinerario.
Cuatro fuentes dijeron que está previsto que se reúna el miércoles por la tarde con un grupo de activistas que denuncian abiertamente los antecedentes de China en derechos humanos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán dijo que no tenía comentarios sobre los planes de viaje de Pelosi, mientras que su oficina también guardó silencio.
El martes por la noche, el edificio más alto de Taiwán, el Taipei 101, se iluminó con mensajes como: «Bienvenida a Taiwán», «Presidenta Pelosi», «Taiwán (corazón) EEUU».
Con las tensiones ya elevadas, varios aviones de guerra chinos volaron el martes por la mañana cerca de la línea mediana que divide el estrecho de Taiwán, dijo una fuente a Reuters. Varios buques de guerra chinos también han navegado cerca de la línea divisoria no oficial desde el lunes, dijo la fuente.
La fuente dijo que tanto los buques de guerra como los aviones chinos «presionaron» la línea mediana, un movimiento inusual que la persona describió como «muy provocativo».
Los aviones chinos realizaron en repetidas ocasiones movimientos tácticos de «tocar» brevemente la mediana y volver en círculos al otro lado del estrecho mientras los aviones taiwaneses estaban en espera en las cercanías, dijo la persona.
Los aviones chinos abandonaron la zona por la tarde, pero los barcos permanecieron en ella, señaló. Los aviones de ninguna de las partes suelen cruzar la línea divisoria.
Mientras tanto, cuatro buques de guerra estadounidenses, entre ellos un portaaviones, se encontraban en aguas al este de Taiwán en lo que la Marina estadounidense calificó como despliegues de rutina.
Desde la semana pasada, el Ejército Popular de Liberación de China ha llevado a cabo varios ejercicios, incluidos simulacros con fuego real, en el Mar de China Meridional, el Mar Amarillo y el Mar de Bohai, en una muestra del poderío militar chino.
China considera que las visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán son una señal alentadora para los independentistas de la isla.
Washington no tiene relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, pero está obligado por la ley estadounidense a proporcionar a la isla los medios para defenderse.
A primera hora del martes, Pelosi visitó Malasia, tras haber comenzado su gira asiática en Singapur el lunes. Su oficina dijo que también iría a Corea del Sur y Japón, pero no mencionó una visita a Taiwán.
El avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que llevó a Pelosi a Malasia se dirigió a Borneo el martes antes de girar hacia el norte, hacia Filipinas, según mostró el martes el sitio web de seguimiento Flightradar24. Reuters no pudo establecer si Pelosi iba en el vuelo SPAR19.
(Reporte adicional de Fabian Hamacher en Taipéi y Yew Lun Tian en Pekín; escrito por Tony Munroe; editado en español por Carlos Serrano)