China necesita mercados abiertos para que el yuan sea una moneda global, dice Gopinath del FMI
26.04.2022 23:39
Foto de archivo de la primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, en su oficina en Washington
Abril 11, 2019. REUTERS/James Lawler Duggan
Por David Lawder
WASHINGTON, 26 abr (Reuters) – Si China quiere que el yuan se convierta en una moneda de uso mundial, Pekín tendría que tener mercados de capitales abiertos y plena convertibilidad, dijo el martes la número dos del Fondo Monetario Internacional.
La primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, hablando sobre la nueva visión institucional del prestamista mundial sobre las medidas de flujo de capital, dijo que la historia ha demostrado que las monedas de reserva ampliamente usadas en las transacciones comerciales mundiales, como el dólar y la libra esterlina, no tienen restricciones de capital.
«Si un país aspira a ser una moneda global, entonces en ese caso, se necesitaría tener básicamente un capital totalmente y libremente móvil, la plena liberalización de la cuenta de capital, la plena convertibilidad del tipo de cambio, que no es el caso ahora mismo en China», dijo Gopinath en respuesta a una pregunta sobre las restricciones de capital de China.
El FMI actualizó en marzo sus orientaciones institucionales sobre los controles de capital para permitir el uso de medidas preventivas con el fin de reducir el riesgo de que las salidas bruscas de capital provoquen crisis financieras o recesiones profundas.
Según las nuevas orientaciones, los países ya no tendrán que esperar a que se materialicen los aumentos de los flujos de capital y podrán imponer estas medidas para contrarrestar una acumulación gradual de deuda en moneda extranjera que no esté respaldada por reservas de divisas o coberturas.
Gopinath dijo que algunos países con tipos de cambio fijos podrían tener más razones para emplear medidas de flujos de capital de forma preventiva porque tendrían menos herramientas para contrarrestar las salidas de capital repentinas.
Sin embargo, advirtió del peligro de utilizar las medidas de flujos de capital para lograr ciertos objetivos políticos que se manejan mejor con herramientas nacionales, como el control de la subida de los precios de la vivienda.
(Reporte de David Lawder; Editado en español por Javier López de Lérida)