China niega que sus coches estén inundando mercado de EEUU y resta importancia a subsidios Por EFE
06.06.2024 11:55
Pekín, 6 jun (.).- China ha negado este jueves que sus vehículos eléctricos estén «inundando» el mercado estadounidense y ha asegurado que son «competitivos» gracias a una «innovación tecnológica continua», en respuesta al presidente de EE.UU., Joe Biden, que criticó recientemente los subsidios de Pekín a dicha industria.
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning ha declarado hoy en rueda de prensa que los «vehículos chinos de nuevas energías son competitivos en el mercado internacional gracias a la innovación tecnológica continua, una cadena de suministro completa y una competencia de mercado robusta y no de subsidios gubernamentales».
Mao ha aseverado que las exportaciones de vehículos eléctricos chinos a Estados Unidos fueron de solo 13.000 unidades el año pasado, desestimando así la idea de «inundación» a la que hizo referencia Biden en una reciente entrevista con la revista Time.
«Las políticas de subsidios industriales no son exclusivas de China y tienen su origen en países como Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea, que las aplican de manera generalizada», ha agregado la portavoz, al tiempo que ha insistido en que las políticas de subsidios de China cumplen estrictamente con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Mao también ha señalado que Estados Unidos «ha implementado una serie de políticas de subsidios industriales en los últimos años», destinando «cientos de miles de millones de dólares en subsidios directos e indirectos» en sectores como el de la fabricación de semiconductores.
«Los subsidios no generan competitividad industrial y el proteccionismo solo protege lo atrasado, sacrificando el futuro», ha advertido la portavoz.
Ha criticado también las medidas «discriminatorias» de Estados Unidos contra los vehículos eléctricos chinos, argumentando que estas acciones «violan las reglas de la OMC y socavan la estabilidad de la cadena de suministro global», lo que en última instancia «perjudica también los intereses estadounidenses».
Mao ha instado a EE.UU. a «adherirse a los principios del mercado y a las normas del comercio internacional», creando «un entorno favorable de competencia justa para las empresas de todos los países», y ha avisado de que China «tomará medidas firmes para proteger sus derechos legítimos en respuesta a cualquier acción discriminatoria».
Biden anunció en abril nuevos aranceles por valor de 18.000 millones de dólares a las importaciones de productos de China, siendo los más castigados los vehículos eléctricos con gravámenes que pasan del 25 % al 100 %.
Otra subida recayó sobre las baterías de iones de litio usadas en los vehículos eléctricos, que se elevarán del 7,5 % al 25 % este año.
El anuncio se produce en plena campaña para las elecciones del 5 de noviembre y en un momento en el que Biden, que busca la reelección, ha adoptado un tono cada vez más duro con China en un intento por conquistar a la clase trabajadora de EE.UU. y distanciarla del expresidente Donald Trump (2017-2021), futuro candidato republicano.
En una visita a China, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, expresó en abril su preocupación sobre el «apoyo directo e indirecto» por parte de Pekín a sectores como el de los vehículos eléctricos y consideró que ese respaldo «está causando un exceso de capacidad industrial china», algo negado por las autoridades del gigante asiático.