China planea que su red vial nacional supere los 460.000 kilómetros en 2035
13.07.2022 11:50
China planea que su red vial nacional supere los 460.000 kilómetros en 2035
Pekín, 13 jul (.).- China planea que el recorrido total de su red vial nacional supere los 461.000 kilómetros para 2035, anunció el principal órgano planificador económico del país asiático, de los cuales 162.000 kilómetros serán autopistas.
Según un documento conjunto de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés) y del Ministerio de Transporte, el objetivo del país es «construir una red de carreteras moderna que sea completamente funcional, eficiente, ecológica, inteligente y segura» para el año 2035.
A finales de 2021, las autopistas nacionales chinas ya recorrían 124.000 kilómetros. Alrededor de 10.000 kilómetros más están ahora en construcción y otros 28.000 kilómetros comenzarán a hacerlo próximamente.
El plan busca que la red vial nacional -al margen de carreteras regionales- cubra ciudades con poblaciones de más de 100.000 habitantes e importantes enclaves terrestres, así como «fortalecer los enlaces entre carreteras y terminales ferroviarias, aeropuertos y puertos».
De esta manera, China prevé «ampliar el alcance de los servicios de transporte ferroviario, marítimo y civil» con mejores conexiones tanto a nivel civil como logístico, según el plan.
En comparación con un plan similar dado a conocer en 2013, China aumentará el recorrido de su red vial nacional en unos 60.000 kilómetros, según la prensa local.
El pasado abril, El presidente de China, Xi Jinping, confirmó la apuesta por la inversión en infraestructura como impulsor del crecimiento económico del gigante asiático para este año, en el que los objetivos nacionales se enfrentan al impacto de las restricciones contra los peores rebrotes de covid desde 2020.
Xi reiteró la «gran importancia» de «llevar a cabo un gran esfuerzo» para reforzar la construcción de infraestructuras durante una cumbre del Comité Central para Asuntos Económicos y Financieros.
El objetivo de estas inversiones es «garantizar la seguridad nacional, (…) expandir la demanda doméstica y promover un crecimiento de alta calidad», según un resumen del encuentro ofrecido por la agencia oficial de noticias Xinhua.
Los líderes chinos aseguraron que, pese a los avances en los últimos años, las infraestructuras nacionales son «todavía incompatibles» con la «demanda de desarrollo nacional y seguridad».
Xi insistió en que la infraestructura es un «pilar del desarrollo económico y social», y durante el encuentro se citaron áreas concretas como vías navegables y puertos; oleoductos y gasoductos; aeropuertos y ferrocarriles, tanto urbanos como interurbanos; modernización de áreas rurales, o tecnologías de la información como la supercomputación o las redes de banda ancha.
A principios de marzo, el Gobierno chino se fijó un objetivo de crecimiento del 5,5 % para este año, situándolo así en la parte superior de la horquilla en la que se movían los pronósticos de los analistas, provocando cierta sorpresa entre éstos pese a que se trataría de uno de los avances del PIB más exiguos de las últimas décadas.
Muchos expertos han predicho desde entonces un impulso al gasto en infraestructura por parte de las autoridades chinas para tratar de alcanzar la citada cifra en un año de gran importancia política debido a la celebración en octubre del XX Congreso del Partido Comunista, en el que Xi aspira a una reelección interna para un tercer mandato inédito entre sus últimos predecesores.
Las dudas sobre si China podrá alcanzar el citado objetivo de crecimiento aumentaron especialmente tras el agravamiento de los rebrotes de la covid, que se han traducido en restricciones y confinamientos estrictos como el de la metrópolis oriental de Shanghái, capital económica del país.