«Como si fuesen gatos»: ciudades españolas intentan frenar las invasiones de jabalíes
17.08.2022 16:47
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Un grupo de jabalíes pasa mientras Jordi Amat pasea con sus perros, por el barrio de Las Planas en el Parque Natural de Collserola en Barcelona, España, 10 de agosto de 2022. REUTERS/Albert Gea
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Por Albert Gea
BARCELONA, 17 ago (Reuters) – Grandes grupos de jabalíes son ahora una visión común en algunas ciudades españolas y las autoridades dicen que no tienen otra opción que capturarlos y sacrificarlos, ya que suponen un peligro para los humanos pero se han acostumbrado demasiado a hurgar en la basura como para volver a vivir en la naturaleza.
Atraídos por los cubos de basura y por la gente que les da de comer, los jabalíes deambulan o se tumban en parques y calles de las afueras, provocando a menudo accidentes de motos y bicicletas o molestando a la gente que lleva bolsas de la compra.
Este mes, una niña fue trasladada al hospital con heridas tras un encuentro con un jabalí en la localidad costera de Cadaqués, al noreste de Barcelona.
Sólo en Barcelona se registraron 1.200 incidentes con jabalíes el año pasado. La cantante colombiana Shakira declaró que los animales la habían atacado a ella y a su hijo mientras paseaban por un parque de Barcelona.
«A ningún veterinario le gusta matar animales», dijo a Reuters Carles Conejero, técnico veterinario encargado de un programa para controlar el problema de los jabalíes en Barcelona. «Pero tenemos que hacerlo. (…) No podemos devolverlos a la naturaleza porque han perdido sus instintos».
Más tarde, esa misma noche, el equipo de Conejero utilizó redes de caída para capturar un grupo de jabalíes en fase de cría, que chillaron fuertemente antes de ser sedados y luego eutanasiados.
«Esta es la peor parte del trabajo», dijo Conejero mientras apilaba los animales muertos en una furgoneta.
Aunque el problema no es nuevo en España, se agravó durante la pandemia del COVID-19, cuando más animales salvajes se aventuraron en zonas urbanas que se habían vuelto mucho más tranquilas debido a los confinamientos.
Aparte de las capturas programadas, el plan de Barcelona para atajar la invasión de jabalíes incluye la protección de los contenedores de basura, multas a los residentes que alimenten a los animales y campañas de concienciación social. Los jabalíes muertos se estudian para detectar enfermedades y hábitos alimentarios.
Los vecinos coinciden en que hay que acabar con la costumbre de alimentar a los jabalíes.
«El problema es que dejan de ser animales salvajes y campan como si fuesen gatos», dice Álex, de 40 años.
El Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos de España calcula que la población de jabalíes superará los dos millones el próximo año.
(Información de Miguel Gutiérrez, editado en español por Benjamín Mejías Valencia)