Cubanos sudan en la oscuridad porque la escasez de combustible y una red dañada provocan apagones
22.06.2022 17:11
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Emily Villega, de 10 años, hace sus deberes usando la luz de un teléfono móvil en el balcón de su casa durante un apagón en Guanajay, Cuba. 17 de junio de 2022. REUTERS/Alexandre Meneghini
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Por Dave Sherwood y Nelson Acosta
GUANAJAY, Cuba, 22 jun (Reuters) – Cuando se apagan las luces, Nilde Viera, de 39 años y madre de dos hijos en la pequeña ciudad de Guanajay, ve como su entorno comienza a darle vueltas.
Sus hijos deben hacer las tareas de la escuela con la luz de un teléfono móvil, mientras el refrigerador permanece apagado y los ventiladores se detienen lentamente cuando el calor sofoca en la isla caribeña.
«A veces quitan la luz dos veces al día, a veces es de noche y otras de día», dijo Viera sudando mientras va cayendo la noche. «Esta situación trastorna a uno».
Los cortes de energía durante el verano boreal en la sofocante isla caribeña cuando la demanda es máxima, no son nada nuevo. Pero lo que es diferente, según el economista cubano Ricardo Torres, es la creciente acumulación de problemas, tanto dentro como fuera de Cuba, que han llegado a influir en la ya frágil red eléctrica del país.
«Es como una tormenta perfecta», dijo Torres a Reuters, relacionando una serie de problemas desde la pandemia hasta el incremento de los precios del combustible a raíz de la invasión rusa a Ucrania.
«Y ahora llegó el verano y vuelven los apagones», añadió.
Los apagones, que se han extendido por todo el país, tocan un nervio político en Cuba y son ampliamente vistos como un precursor de las protestas antigubernamentales ocurridas el 11 de julio de 2021, las mayores en la isla desde la revolución de Fidel Castro en 1959.
El Gobierno que encabeza el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, no ha ocultado los problemas, ni la inquietud que ocasiona en la población.
Díaz-Canel dio la semana pasada una conferencia por televisión, ilustrando con gráficos sobre las dificultades técnicas a las que se enfrenta cada una de las centrales de generación que trabajan con el petróleo del país, detallando los megavatios disponibles y otras precisiones.
El Comandante Ramiro Valdés, un hombre de confianza de la vieja guardia revolucionaria de Fidel Castro, instó a los cubanos a recortar la demanda y llamó a la conciencia al decir que «nuestro pueblo es eminentemente revolucionario, con capacidad de sacrificio y voluntad de hacer».
Torres dijo que estos mensajes no resuenan en los cubanos como antes lo hacían. «El pueblo (cubano) ha estado recibiendo malas noticias una tras otra en los últimos cuatro o cinco años y se agota», añadió.
UNA CURITA
Durante más de dos décadas, Cuba ha dependido del fuel oil venezolano para sus plantas de energía más grandes y del diésel para alimentar una gran cantidad de plantas de generación más pequeñas.
Pero Venezuela está luchando por mantenerse al día con la demanda interna, que está volviendo a los niveles previos a la pandemia, lo que ralentiza el flujo de petróleo que tanto necesita Cuba.
Funcionarios cubanos han culpado a la escasez de combustible, pero también al mantenimiento diferido y al pesado crudo de la isla, que también se quema en sus plantas y obstaculiza la generación.
Esos problemas, según funcionarios cubanos, tienen raíces en el embargo comercial de la época de la Guerra Fría de Estados Unidos contra Cuba, complicando los financiamientos, las compras de piezas y accesorios de repuestos, combustible e inversión de capital.
Díaz-Canel ha dicho que su gobierno está negociando con un país aliado para disponer de nuevos bloques de generación eléctrica aunque agregó que este tipo de inversión «es sumamente costosa para el país y demora años».
(Reporte de Dave Sherwood, Nelson Acosta y Reuters TV; REUTERS NAB JLL /)