De Filipinas a Colombia para ponerse en la piel del campesino Por EFE
25.01.2025 11:15
Juan Javier Ríos
Madrid, 25 ene (.).- De Filipinas a Colombia, pasando por España, en Fitur se dan cita multitud de ofertas en las que el agroturismo cobra relevancia con propuestas que van desde asistir al parto de una vaca, a ser viticultor por un día o a enfundarse la «chapolera» colombiana para recolectar .
Se trata de inocular en el turista una experiencia próxima en la que, por un momento, se ponga en la piel del campesino que vive por y para el campo.
Por ejemplo, ser viticultor es posible como experiencia que trasciende a la clásica visita a una bodega y en La Rioja son conscientes de ello por lo que, entre su oferta de Fitur, hay variedad para escoger esta opción de acercarse a la labor de un agricultor dedicado a trabajar la vid.
Es lo que ofrece el viticultor y bodeguero Javier Arizcuren (Bodegas Arizcuren) que organiza visitas exclusivas a sus viñedos familiares en la sierra de Yerga, con vistas panorámicas desde el castillo de Quel, en las que los participantes aprenden técnicas de cultivo sostenible o variedades de uva; todo, antes de degustar los caldos.
Otra opción es pasear por los terrenos de Viña Ijalba, un pequeño viñedo que contiene variedades actuales y recuperadas con la peculiaridad de que sus suelos fueron antiguamente canteras y con el prestigio que les aporta haber sido pioneros en la producción en ecológico, según recuerda la responsable de enoturismo de la empresa, Juncal Ruiz.
En contacto con la ganadería
También sin salir de España pero en el sur de la península, en concreto en la comarca de Los Pedroches (Córdoba), los amantes de los animales pueden tener una experiencia única con la crianza del cerdo ibérico en la dehesa así como con otras especies ganaderas.
Con la intención de impulsar este turismo centrado en la economía de la zona ha acudido a Fitur Antonio Rojas, propietario de la casa rural Obejuelo, asentada en una finca de 66 hectáreas, quien explica a Efeagro el interés creciente por estas experiencias en las que los huéspedes, de forma gratuita, adquieren un conocimiento que no tenían sobre el manejo ganadero.
De hecho, sus visitantes pueden asistir al parto de una vaca, amamantar con biberón a un cordero o conocer en profundidad las fases de engorde del cerdo ibérico así como la trazabilidad y clasificación de los productos que de él se obtienen.
Al otro lado del Atlántico la pasión por conocer de primera mano la labor campesina tiene una parada obligatoria en los famosos cafetales colombianos y con esa intención acude estos días a Fitur la agente turística Bibiana Campos, de VCH Travel (Viajes Chapinero).
En declaraciones a EFE explica la oferta de paquetes que ofrecen, desde un día a varias jornadas, para visitar cafetales en los departamentos de Quindío, Risaralda y Caldas en los que se hace una inmersión al turista en el proceso de obtención del café, «de la siembra a la taza», con la explicación de procesos como el secado, la despulpación o la molienda.
Además incluyen la degustación del café, el contacto directo con los agricultores e incluso sumergirse en las tradiciones del lugar con la posibilidad de enfundarse en una «chapolera», el traje tradicional para recolectores.
Una maravilla del mundo
Y en las antípodas colombianas, en las Islas Filipinas, también la agricultura es protagonista dentro del sector turístico y así lo exponen desde su expositor de Fitur, según la información facilitada.
En este caso, se trata de visitar nada más y nada menos que una Octava Maravilla del Mundo porque las terrazas de arroz de La Cordillera del norte de Luzón son el lugar ideal para ser testigo de la impresionante herencia agrícola milenaria que dejó allí el pueblo Ifugao.
En esa zona, se puede asistir al cultivo del «tinawon», una variedad de arroz de temporada larga que se cultiva solo un vez al año y cuyo proceso sigue manteniendo la esencia de los antepasados en una zona donde habitan comunidades aisladas entre laderas empinadas y cadenas montañosas.
El agroturismo demuestra en Fitur que es universal porque las experiencias a pie de granja y de cultivo son un reclamo que hace las delicias de miles de turistas amantes de un sector primario que gana en imagen y relevancia.