Ecologistas piden a España que abandone el Tratado de la Carta de la Energía
18.05.2022 17:00
Ecologistas piden a España que abandone el Tratado de la Carta de la Energía
Madrid, 18 may (.).- Cinco de las principales organizaciones ecologistas han solicitado al Gobierno español que abandone de manera «inmediata» el Tratado de la Carta de la Energía (TCE) ante el «fracaso» del actual proceso de modernización que se inició en 2020.
En un comunicado, las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, WWF han alertado este miércoles sobre los peligros que conlleva continuar en un tratado que tachan de «obsoleto», al proteger las inversiones en combustibles fósiles y permitir que los países sean demandados ante tribunales privados.
La petición de las principales organizaciones se produce un día después de que se filtrara un documento en el que varios países europeos, entre ellos España, pusieran en duda la viabilidad del proceso de modernización del TCE y pidieran a la Comisión Europea una salida coordinada de este.
Según publicó este martes EUROACTIV.com, socio de EFE, tanto España como Alemania, Países Bajos y Polonia han expresado al organismo europeo sus dudas respecto a que la Unión Europea (UE) pueda cumplir su mandato de acoplar ese tratado con las directrices del Acuerdo de París sobre cambio climático.
«España también ha dejado claro que considerará un escenario de salida, ya que no ve de qué manera el Tratado de la Carta de la Energía podría adaptarse al Acuerdo de París», recoge uno de los documentos a los que ha tenido acceso EUROACTIV.com.
El TCE, que inicia la última ronda de negociaciones para su modernización, es un acuerdo internacional firmado en 1994 para promover los principios de apertura de los mercados globales de energía y no discriminación comercial a través de instrumentos legales vinculantes para estimular la inversión extranjera directa y el comercio transfronterizo.
Este acuerdo es polémico porque permite a los inversores extranjeros solicitar una compensación financiera a los gobiernos si los cambios en la política energética afectan negativamente a sus inversiones, como pasó en España con el cambio de la normativa de renovables en 2013.
El proceso de modernización de la TCE lleva ya dos años en curso y su propuesta final de mejora está prevista para junio de 2022.
Sin embargo, las organizaciones ecologistas denuncian que durante las negociaciones «poco se ha conseguido» para mejorar los puntos más críticos del TCE, que deberían alinearlo con los objetivos climáticos europeos e internacionales.
Por ello, los ecologistas recuerdan la necesidad de finalizar la protección de las inversiones en combustibles fósiles en todos los países firmantes, un aspecto que parece no estar sobre la mesa.
Esta situación podría provocar que las inversiones en combustibles fósiles sigan estando protegidas durante los años «críticos» de la transición energética.
Además, tampoco se han incluido en las negociaciones el mecanismo ISDS, que permite resolver las diferencias entre inversores extranjeros y los países en los que han invertido, lo que se traducirá en demandas multimillonarias para los estados por impulsar cambios en su política energética.
Las cinco organizaciones creen que la salida conjunta de la UE del TCE es «la única manera para garantizar que las políticas climáticas no sean socavadas y que la legislación de la UE no sea eludida».
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