EEUU espera que la llamada de Biden y Xi aborde la tensión por Taiwán y Ucrania
27.07.2022 11:17
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habla virtualmente con el líder chino Xi Jinping desde la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 15 de noviembre de 2021. REUTERS/Jonathan Ernst/File Photo
Por Michael Martina, Steve Holland y Trevor Hunnicutt
WASHINGTON, 26 jul (Reuters) – Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping, celebren una llamada el jueves, dijo una fuente familiarizada con el asunto, en un momento de crecientes tensiones sobre Taiwán y la invasión rusa de Ucrania.
El portavoz de en materia de seguridad nacional de la Presidencia estadounidense, John Kirby, dijo a los medios de comunicación el martes que la gestión de la competencia económica entre los dos países también sería un tema central de la llamada.
Será la quinta llamada entre los dos líderes, que se produce tras las contundentes advertencias China al Gobierno de EEUU sobre una posible visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, un territorio cuya soberanía reclama Pekín.
«(Hablarán de) todo, desde las tensiones sobre Taiwán, hasta la guerra en Ucrania, así como la forma de gestionar mejor la competencia entre nuestras dos naciones, ciertamente en el ámbito económico», dijo Kirby sobre los temas a tratar en la llamada.
«Esta es una llamada que lleva programada desde hace mucho tiempo y ya hay una agenda bastante robusta de cosas de las que estos dos líderes pueden hablar», dijo.
En virtud de su política de Pekín de «una sola China», Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, pero está obligado por la ley estadounidense a proporcionar a la isla los medios para defenderse. La Casa Blanca se ha apresurado a reiterar que esa postura no ha cambiado a pesar de las especulaciones sobre un posible viaje de Pelosi.
Kirby dijo que Pelosi está en la línea de sucesión a la presidencia y, como tal, su viaje al extranjero es una cuestión de seguridad nacional para Estados Unidos. Pero sólo ella puede tomar decisiones sobre sus viajes.
La «belicosidad» de la retórica de China sobre el posible viaje sólo aumenta las tensiones, dijo.
«Nos parece poco útil y ciertamente no es en absoluto necesario dada la situación», dijo.
El Gobierno de EEUU ha estado debatiendo si levantar algunos aranceles sobre productos chinos como forma de impulsar la economía estadounidense, pero Kirby dijo que no se espera una decisión antes de la llamada.
La llamada se produce en un momento en el que el Congreso de Estados Unidos estudia una normativa conocida como «ley CHIPs» para proporcionar unos 52.000 millones de dólares en subsidios al sector de los chips del país, así como un crédito fiscal a la inversión para las fábricas de chips cuyo valor se estima en 24.000 millones de dólares, algo que Biden ha defendido como crucial para competir con China económicamente.
Biden se refirió a la llamada prevista con Xi durante unas declaraciones virtuales para instar a la aprobación del proyecto legislativo el lunes, diciendo a los periodistas: «Esa es mi expectativa, pero les haré saber cuando se establezca».
Se espera que el Senado de EEUU vote la aprobación final de la iniciativa en los próximos días y la Cámara de Representantes podría hacer lo mismo esta misma semana.
«PROVOCACIONES»
La perspectiva del viaje de Pelosi es sólo una de la larga lista de desacuerdos que plagan las crispadas relaciones entre Estados Unidos y China.
El martes, altos cargos estadounidenses acusaron a China de aumentar las «provocaciones» contra las reivindicaciones territoriales contrarias a la política de Pekín en el mar de la China Meridional, diciendo que el «comportamiento agresivo e irresponsable» de los barcos y aviones chinos significa que es sólo cuestión de tiempo antes de que se produzca un incidente o accidente importante.
El viaje de Pelosi a Taiwán sería el primero de una presidenta de la Cámara de Representantes a la isla desde 1997, y China ha dicho que está preparada para tomar fuertes medidas en respuesta.
Zhu Feng, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad china de Nanjing, dijo que una visita de Pelosi a Taiwán sería «jugar con fuego».
«Este es el tema que más irrita a China», dijo.
«En la llamada, ambas partes necesitan darse una señal positiva que diga que podemos tener una confianza básica en el otro, lo cual es especialmente necesario ya que el mundo sigue siendo frágil y volátil. No aprobar la visita de Pelosi a Taiwán es un requisito previo para construir esta confianza», dijo.
Daniel Russel, que fue el principal diplomático de Estados Unidos para Asia bajo el mandato del expresidente estadounidense Barack Obama, dijo que la cuestión de Taiwán tiene visos de convertirse en una verdadera crisis, sin que exista ningún mecanismo entre Estados Unidos y China para evitar que se convierta en un conflicto.
Russel dijo que no está claro el grado de presión que el Gobierno de EEUU está ejerciendo sobre Pelosi, pero que es probable que Xi insista mucho en el tema durante la llamada con Biden.
«Estamos en un momento de alto riesgo y a los líderes de ambos países les corresponde andar con cuidado», dijo Russell.
No obstante, Craig Singleton, investigador principal para China de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, dijo que Xi probablemente tratará de proyectar calma, ya que se enfrenta a una economía en desaceleración bajo la presión de estrictas medidas internas de COVID-19 antes de un Congreso clave del Partido Comunista a finales de este año.
«Aunque Xi será claro y directo a la hora de plantear las objeciones de China sobre el viaje de la presidenta Pelosi, probablemente no permitirá que ese único asunto desbarate toda la conversación, ya que hacerlo complicaría aún más su ya difícil agenda de gobierno», dijo Singleton.
(Información de Steve Holland, Michael Martina, Alexandra Alper, Trevor Hunnicutt y David Brunnstrom en Washington; información adicional de Yew Lun Tian en Pekín; edición de Cynthia Osterman, Matthew Lewis y Richard Pullin; traducción de Darío Fernández)
