El Banco de España alerta de que aranceles a eléctricos chinos podrían elevar los precios Por EFE
15.10.2024 12:50
Madrid, 15 oct (.).- China se ha afianzado como principal fabricante y exportador de vehículos eléctricos del mundo, con una producción que ha penetrado de manera especialmente intensa en el mercado europeo, donde ha pasado a suponer el 20 % de las matriculaciones en 2023, frente al 0,4 % de 2019.
Este éxito se sustenta en los menores costes de producción, fruto del control integral de la cadena de suministros y del apoyo gubernamental en distintas etapas, según un artículo publicado este martes por el Banco de España, que advierte de que los aranceles planteados por la Unión Europea pueden elevar los precios y derivar en una adopción «más lenta» del vehículo eléctrico en la región.
El texto, incluido en el boletín económico del organismo del cuarto trimestre, aborda el «notable ascenso» de China como productor y exportador de vehículos eléctricos de batería, una circunstancia que ha suscitado un «gran interés».
Aunque la oferta de eléctricos chinos a precios reducidos podría acelerar la descarbonización de la movilidad europea, preocupa cómo el avance de los productores del gigante asiático, que podrían haberse visto beneficiados por «cuantiosas subvenciones públicas», podría perjudicar a los fabricantes de otros países.
Los recelos se intensifican si se recuerda el «rápido declive», hace una década, de la industria de los paneles solares europea bajo la presión de la competencia china, prosigue el artículo, que insiste en que esta vez las consecuencias económicas «podrían ser más importantes».
Y es que la industria automovilística tiene un tamaño «mucho mayor», y en 2021 representaba en torno al 10 % del valor añadido bruto del sector manufacturero de la Unión Europea y el 8 % del empleo.
La consolidación, en 2023
Con más de 1,5 millones de unidades, China exportó seis veces más vehículos eléctricos de batería en 2023 que en 2019. A escala mundial, a finales del pasado ejercicio, representaba el 29 % de las exportaciones de este tipo de producto, por encima de Corea del Sur, con el 21 %, y Alemania, con el 15 %.
La Unión Europea representa aproximadamente el 40 % del total de los ingresos por exportación de eléctricos de China, siendo su principal destino. Por países, sus modelos se han hecho fuertes en España, Francia y Alemania, tres históricos fabricantes de automóviles.
Los datos contrastan con la realidad en EE.UU., donde la penetración del eléctrico chino es más limitada, del 2 %.
El trabajo reconoce un «fuerte dinamismo» en el mercado europeo del vehículo eléctrico, que, en el último año, supuso más del 15 % de las ventas totales de coches en la región, frente al 1,9 % de 2019.
La mayor parte de las ventas de eléctricos en la Unión Europea son de vehículos producidos en su territorio; sin embargo, a tenor de los informes de la industria, el peso en el total de las matriculaciones de los fabricados en China ha pasado del 0,4 % en el ejercicio previo a la crisis sanitaria del coronavirus al 19,5 % de 2023.
De estas operaciones, algunas son de eléctricos vendidos en Europa por marcas de capital chino (menciona a BYD, MG y Polestar (NASDAQ:), entre otras), mientras que otras cuentan con participación conjunta china y europea, o son marcas estadounidenses, como Tesla (NASDAQ:), que abastecen a los mercados europeos desde China.
Estas últimas acaparan una parte importante de las ventas totales de vehículos eléctricos en la Unión Europea. Por su parte, la cuota de mercado de las marcas chinas en esta zona se situó en 2023 en el 8 %.
Riesgos de los aranceles
El texto analiza el posible impacto de los aranceles impuestos recientemente por parte de la Comisión Europea a las importaciones de vehículos eléctricos desde China, para restablecer la igualdad de condiciones y la competencia leal.
Sin embargo, avisa, es probable que se materialicen al mismo tiempo otros efectos no deseados, como la elevación de los precios y una adopción más lenta del vehículo eléctrico en Europa.
Otro posible efecto colateral podría ser la expansión de las capacidades de producción europeas por parte de las marcas chinas. Los fabricantes de automóviles europeos se verían expuestos a la competencia extranjera, pero cabría esperar un aumento de la producción y del empleo en Europa.
Por último, las nuevas barreras al intercambio comercial podrían aumentar el riesgo de conflictos comerciales más amplios, lo que probablemente «no beneficiaría a ninguna de las partes involucradas».
¿Por qué tienen éxito?
El documento concluye que el éxito de las exportaciones chinas se fundamenta en la adopción temprana de los vehículos eléctricos, en el control integral de la cadena de suministros —en especial, en cuanto a la extracción de materias primas y la fabricación de baterías— y en las políticas de apoyo gubernamental.
Esto ha permitido a China «beneficiarse de economías de escala, mejoras tecnológicas y ventajas en costes», se resalta.
Los menores costes laborales que hay en China contribuyen, del mismo modo, a esta ventaja competitiva. Todo ello, junto a un elevado nivel de competencia en el mercado interno, habría favorecido que los precios de venta de los vehículos eléctricos a los consumidores finales en China fueran, en 2023, casi un 50 % más reducidos que en Europa en segmentos similares.
