El Banco Mundial advierte de que la economía birmana continúa «frágil»
21.07.2022 09:48
El Banco Mundial advierte de que la economía birmana continúa "frágil"
Singapur, 21 jul (.).- El Banco Mundial (BM) advirtió este jueves de que la economía de Birmania, sumida en una espiral de violencia desde que el Ejército dio un golpe de Estado hace un año y medio, continúa «frágil» ante la creciente inflación, la disminución de las divisas en dólares y el conflicto doméstico.
«Birmania experimentó el año pasado una de las peores contracciones económicas en el mundo, y el crecimiento limitado que se predice para este año deja a su economía muy por detrás de la de otros países», subraya Mariam Sherman, directora del BM para Birmania, en un comunicado divulgado hoy.
En él vaticina que el producto interior bruto birmano (PIB) en 2022 será alrededor de un 13 por ciento inferior al registrado en 2019, antes de que la pandemia de covid-19 y el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 hicieran retroceder al país años en crecimiento y apertura.
Esto es pese al 3 por ciento de crecimiento interanual del PIB que la institución calcula para Birmania hasta el cierre del año fiscal en septiembre, tras contraerse un 18 por ciento en el último año fiscal.
«La balanza de pagos es una preocupación creciente, con el déficit de dólares estadounidenses ya limitando la disponibilidad de varios productos importados, como la gasolina», añade el texto.
Entre las causas de la fragilidad de la economía birmana, el organismo apunta al aumento de los precios de los productos importados, «parcialmente atribuibles a la guerra de Ucrania», considera, así como al conflicto doméstico, los cortes eléctricos y «las interrupciones constantes en el sector financiero».
Los últimos datos de la inflación de Birmania, que datan de marzo, la sitúan con una subida del 17,3 por ciento.
El Banco Central de Birmania (Myanmar), bajo el control del régimen militar, ordenó el pasado fin de semana a bancos y empresas del país que suspendan o retrasen los pagos de préstamos extranjeros, en el último esfuerzo de la junta militar por hacerse con el control del flujo de divisas.
Birmania se encuentra sumida en una profunda crisis política, social y económica desde el golpe de Estado perpetrado por el Ejército, que terminó con una década de incipiente democracia y desarrollo económico.
Desde la sublevación, que se ha topado con una fuerte oposición de la población, el valor de la moneda birmana se ha desplomado.
Pese al negativo pronóstico, el Banco Mundial subraya en el comunicado que «la actividad económica ha aumentado en algunas áreas durante los pasados doce meses, demostrando la adaptabilidad de los negocios birmanos».
Además de la crisis de Birmania, se teme que en algunos países altamente endeudados de Asia, como Bangladesh, Laos, Nepal o Pakistán, la inflación desbocada, la disminución de divisas y la creciente factura energética les hagan caer en la misma espiral que Sri Lanka, que atraviesa una grave crisis económica y política.