El bitcóin llega al aniversario de sus máximos estancado en 20.000 dólares
06.11.2022 10:38
© Reuters El bitcóin llega al aniversario de sus máximos estancado en 20.000 dólares
Madrid, 6 nov (.).- Cuando se cumple un año de su máximo histórico, el , la criptomoneda de mayor valor del mercado y la más conocida, sigue estancado en 20.000 dólares, afectado por la mala racha bursátil, la desaceleración de la economía y la corrección que sufrió con el desplome de terraUSD en primavera.
La criptodivisa alcanzaba durante la negociación del 9 de noviembre de 2021 un valor de 68.991 dólares aupada, entre otras razones, por el exceso de liquidez que había en los mercados debido a las políticas monetarias ultraexpansivas de los bancos centrales.
Desde entonces acumula una caída del 68,6 % que, al igual que la de los mercados de renta variable, se debe «al aumento de la inflación y al endurecimiento de las condiciones financieras» mediante las subidas de los tipos de interés, especialmente las de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU., explica el experto en criptoactivos de eToro, Simon Peters.
Pocos días después de rozar los 70.000 dólares, el bitcóin empezó a perder valor e inició una tendencia a la baja afectado en aquel primer momento por una recién aparecida nueva variante del coronavirus, ómicron, que durante semanas hizo resurgir los temores a nuevos confinamientos y puso en jaque a las bolsas de todo el mundo.
En enero, cuando todavía persistían las secuelas de ómicron y los mercados empezaban a dar por hecho que la Fed y los demás bancos centrales iban a empezar a subir los tipos dada la elevada inflación, el bitcóin perdió el 17 % respecto al dólar.
En los tres meses siguientes la depreciación continuó (entre febrero y abril fluctuó entre los 35.000 y los 48.000 dólares) y en mayo llegó el desplome de terraUSD, un activo digital que mantenía su paridad con el dólar a través de un complejo algoritmo vinculado a luna, una criptodivisa sin respaldo.
El hundimiento de terraUSD arrastró a todo el sector en un momento en el que la Fed subía por segunda vez los tipos de interés y el BCE avanzaba que planeaba hacerlo.
El banco central estadounidense elevó el precio del dinero medio punto a comienzos de mayo y aceleró el ritmo de subidas en junio, cuando decidió aumentarlos 75 puntos básicos, la mayor alza en casi 30 años.
Entre el 30 de abril y el 30 de junio el bitcóin acumuló una caída del 51 % y tres días después de que la Fed acometiese la subida de junio, tocaba el mínimo del año en 17.599 dólares. Desde entonces se ha estabilizado alrededor de los 20.000 dólares.
Para Peters, esta estabilidad (el viernes por la tarde se cambiaba a 20.750 dólares), que se ha mantenido tras los malos resultados del tercer trimestre de las tecnológicas, puede ser un punto de inflexión y la señal de que el bitcóin ha «tocado fondo».
En los últimos meses la Fed y también el BCE han continuado con fuertes subidas de tipos (75 puntos básicos en ambos casos) y el bitcóin ha logrado mantenerse en los 20.000 dólares.
El directivo de Bitpanda Lukas Konrad-Enzersdorfer señala en declaraciones a EFE que la caída va acompasada a la de todas las critpomonedas y el sector atraviesa «el criptoinvierno», el nombre que los especialistas otorgan a los períodos de contracción de estas divisas digitales.
Konrad-Enzersdorfer apunta en este sentido que el sector ha madurado y las criptomonedas «ya no son el salvaje oeste», lo que ha facilitado el aumento de la inversión institucional, además de que hay una mejor protección al consumidor y regulación, aunque en Europa todavía está pendiente de aprobación el reglamento MiCA.
El pasado septiembre la criptomoneda Ehtereum completó su fusión y cambió a un protocolo que mejoró su eficiencia energética, un acontecimiento que Konrad-Enzersdirfer define como «uno de los más importantes de los últimos años en el mundo cripto», ya que reducirá la oferta y las criptomonedas serán «más atractivas» como reserva de valor.
Peters destaca que la fusión de y la reducción a la mitad de la recompensa de los bloques de bitcóin pueden ser «catalizadores» para un mercado alcista, pero también añade que el contexto marcado por los altos precios de la energía podría añadir una «verdadera presión» a la rentabilidad de la divisa y convertirse en un «reto» en el futuro.