El déficit alemán cae al 0,7 % en el primer semestre del año
25.08.2022 12:07
El déficit alemán cae al 0,7 % en el primer semestre del año
Berlín, 25 ago (.).- El Estado alemán registró en el primer semestre del año un déficit equivalente al 0,7 % del producto interior bruto (PIB), un descenso considerable respecto al mismo periodo de 2021, cuando alcanzó el 4,3 %.
Según datos preliminares publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística, el déficit del Estado alemán -que incluye al Gobierno federal, los estados federados, los municipios y la caja de la seguridad social- fue de 13.000 millones de euros, cuando un año antes había sido de 75.600 millones.
Este déficit es resultado de la diferencia entre unos ingresos de 879.400 millones de euros y unos gastos de 892.400 millones.
La disminución del déficit en términos interanuales responde, en particular, al fuerte aumento de los ingresos en un 7,9 % gracias a la elevada recaudación fiscal y sólo una ligera subida de los gastos en un 0,2 %.
El déficit del Gobierno central, que ascendió a 42.800 millones, representa el grueso del déficit público, aunque fue inferior al de 60.700 millones en el primer semestre del año pasado.
Por contra, los saldos de los estados federados (16.600 millones de euros), los municipios (5.700 millones) y la caja de la seguridad social (7.400 millones) fueron positivos en el primer semestre.
En lo que respecta a los ingresos, la recaudación tributaria fue un 11,6 % mayor que en el primer semestre de 2021 y superó así notablemente el nivel de los primeros seis meses de 2019 previos a la crisis de la pandemia del coronavirus.
La subida tan solo ligera de los gastos se debe, por un lado, a la fuerte disminución de las subvenciones -en un 50,1 % interanual-, al haber expirado varias medidas de ayuda para afrontar la crisis de la pandemia.
Por otro lado, las medidas de alivio adoptadas por el impacto de la guerra en Ucrania no entran en vigor, en su mayoría, hasta el segundo semestre de este año.
Además, la evolución en el mercado laboral se tradujo en un descenso del gasto en prestaciones sociales de un 3,0 % interanual, principalmente por la disminución del gasto por subsidio de desempleo y por jornada reducida subvencionada, así como por el efecto base derivado del fuerte aumento anteriormente de las prestaciones para paliar la crisis de la pandemia.