El enviado de EEUU para el clima exige «responsabilidad pública» a las empresas de combustibles fósiles
31.10.2023 19:09
© Reuters. El Enviado Presidencial Especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, asiste a la presentación del retrato de la ex Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en el Departamento de Estado en Washington, Estados Unidos. 26 de septiembre, 2023. RE
Por Alexander Cornwell
ABU DHABI, 31 oct (Reuters) – Las empresas de combustibles fósiles deben asumir su responsabilidad de reducir las emisiones de CO2 que alimentan el cambio climático, declaró el martes el enviado de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, mientras los países se preparan para debatir el futuro de los combustibles fósiles en la cumbre climática COP28 de la ONU de este año.
Se espera que la industria del y el gas esté en el punto de mira de la cumbre COP28, que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos, uno de los principales productores de petróleo.
Decenas de países tienen previsto impulsar el primer acuerdo mundial para eliminar gradualmente el , el petróleo y el gas que emiten CO2.
Kerry afirmó que las empresas de combustibles fósiles tienen la responsabilidad de demostrar que pueden formar parte de los esfuerzos mundiales para reducir las emisiones de CO2.
«Mi mensaje a las compañías de petróleo y gas es muy sencillo. Sólo hay una razón por la que estamos en esta crisis y es principalmente la forma en que suministramos nuestra energía», dijo Kerry a Reuters.
«Estamos exigiendo responsabilidad pública. Y estamos mirando a esas empresas y sintiendo que podrían hacer mucho para ayudarnos a ganar esta batalla».
El presidente entrante de la COP28 en Emiratos Árabes Unidos, Sultan Al Jaber, quien también dirige la petrolera estatal ADNOC, ha defendido la inclusión de la industria en el evento y ha pedido a las empresas petroleras y gasísticas que se comprometan a reducir las emisiones de CO2.
Las principales empresas petroleras y gasísticas han promocionado inversiones en tecnologías de eliminación y captura y almacenamiento de carbono como parte de sus planes de emisiones netas cero, así como en energías renovables e hidrógeno.
Sin embargo, algunas como Shell (LON:) y BP (LON:) han dado marcha atrás en sus compromisos en los últimos meses, incluso cuando han registrado beneficios récord.
Daniel Westlén, Secretario de Estado sueco para el Clima, declaró a Reuters que, aunque las negociaciones de la ONU sobre el clima son estrictamente entre gobiernos, las empresas de combustibles fósiles también deben participar.
«Sustituir el 80% de la energía primaria del mundo por otra cosa es como sustituir las venas y los vasos sanguíneos cuando el paciente ya está en pie. Va a ser difícil hacerlo sin ellos», afirmó.
«Hace falta un plan, planificar con antelación. Y lo más probable es que ese plan tenga que implicar de algún modo a las empresas de combustibles fósiles, pero el objetivo final es la eliminación progresiva de los combustibles fósiles», añadió.
Kerry afirmó que las inversiones de las empresas de petróleo y gas en tecnologías incipientes como la captura directa en el aire y la captura y almacenamiento de carbono son bienvenidas, pero es demasiado pronto para saber si tendrán algún impacto en las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
«Su inversión es crucial, pero aún no sabemos si es una hoja de parra o no. Hay muchas dudas sobre si algún día podrán producir a escala. Eso aún está por probar», afirmó.
Jennifer Morgan, enviada especial de Alemania para la acción por el clima, afirmó que los planes creíbles de las petroleras deben abordar las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones, así como su uso por parte de los consumidores. Morgan dijo que las empresas también deben eliminar las emisiones de metano y aumentar el gasto en energías renovables.
«Deben reorientar sus inversiones, ya que en la actualidad se destina alrededor del 5% a energías renovables, y debería ser más del 50%», declaró a Reuters.
(Reportaje de Alexander Cornwell, redacción de Kate Abnett y Valerie Volcovici; Editado en español por Juana Casas)