El número de grupos armados va en aumento en México: su actividad se diversifica, llegan a nuevas áreas y la violencia se intensifica
07.05.2022 20:30
La cantidad de grupos armados ilegales en México va en aumento y la actividad delictiva en el país se ha diversificado y ha llegado a nuevas áreas. Entre mediados de 2009 y 2020, se han contabilizado al menos 543, la gran mayoría de naturaleza criminal, y ligados directamente al aumento de la tasa de homicidios en las zonas más vulnerables a la violencia, asegura un nuevo informe de la organización independiente Crisis Group, que trabaja para «prevenir guerras y diseñar políticas» a favor de la paz.
Basándose en «sitios web de periodismo ciudadano dedicados a rastrear las actividades de los grupos criminales involucrados en el narcotráfico», los investigadores desarrollaron una base de datos para identificarlos. Así, se ha demostrado que su cantidad se ha más que triplicado entre 2010 y finales de 2020 y actualmente «varían mucho en tamaño y alcance».
Según sus conclusiones, 212 de esos colectivos pertenecen a otros más grandes que los patrocinan como, por ejemplo, el Cártel de Sinaloa, que se estima que acoge a la mayoría de ellos. Se trata de células semindependientes que con frecuencia se enfrentan entre ellas, cambian de bando, se independizan, y en decenas de casos, se alían a otros.
«La Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA) solo ha reconocido a nueve de estos grupos como principales organizaciones de narcotráfico. Al menos cinco de estas ya no operan como entidades unificadas», añade el documento.
La distribución de la violencia ha cambiado drásticamente en la última década. Los grupos armados ahora están activos en el 30% de los municipios, frente al 11% en 2010. Esta imagen muestra la proliferación de grupos armados en el país. pic.twitter.com/MTWHLkOl6V
— Crisis Group Latinoamérica (@ICGlatam) May 5, 2022
Un nuevo mapa del crimen
Crisis Group señala que los grupos criminales en México se han diversificado fuertemente y los lugares donde operaban «han cambiado considerablemente durante la última década». Además de que en los últimos años su presencia en los municipios pasó del 11 % (2009-2010) al 29 % (2019-2020), ahora están involucrados en al menos 25 industrias.
«La tala ilegal, caza furtiva, producción y distribución de opioides, extracción y robo de mineral de hierro, delitos informáticos, secuestro, extorsión de pequeñas empresas y el tráfico de personas les han permitido a los grupos desarrollar operaciones en un mayor territorio«, puntualizan los expertos.
La mayor preocupación que genera este fenómeno es su relación con el incremento de la violencia. El aumento o la presencia de células criminales en determinado territorio se correlacionan directamente con la «tasa promedio de homicidios per cápita». Sin embargo, los mayores niveles de violencia se registran si se trata de alguna de las nueve organizaciones que reconoce la DEA. Según aclara el estudio, «el control de ciertas regiones resulta más valioso para los grupos criminales. Las zonas que ofrecen mayores ganancias económicas tienen más probabilidades de atraer a nuevos grupos y son más propensas a la violencia».