El sector manufacturero sigue en contracción, con menos producción y pedidos
03.10.2022 10:16
© Reuters. El sector manufacturero sigue en contracción, con menos producción y pedidos
Madrid, 3 oct (.).- La actividad del sector manufacturero en España cayó en el mes de septiembre, con una importante disminución de la producción, de los nuevos pedidos y de las ventas en general, lo que provocó «pérdidas de puestos de trabajo» y la entrada de la confianza en el futuro «en territorio negativo».
El índice PMI del sector manufacturero español de S&P Global, que ahora integra a IHS Markit, bajó casi un punto en septiembre, hasta los 49 desde los 49,9 registrados en agosto, y ya son tres meses consecutivos en los que se ha situado por debajo de 50, el umbral entre contracción y expansión.
El director económico de S&P Global Market Intelligence, Paul Smith, destaca en un comunicado que «el declive de los nuevos pedidos recibidos fue especialmente llamativo» y «las empresas en promedio prevén una caída de la producción a lo largo de los próximos doce meses», siendo su principal preocupación «la alta inflación y la reducción del consumo».
Respecto a la producción, ha disminuido por segunda vez en los últimos tres meses y esta última ha sido «la contracción más pronunciada desde junio de 2020», mientras que la reducción de las ventas «estuvo entre las más grandes desde los confinamientos iniciales por la pandemia en la primavera de 2020».
Las empresas informaron ampliamente de que «el consumo está disminuyendo, socavado por la alta inflación», tanto en el caso de los compradores nacionales como de las exportaciones, que «disminuyeron por séptimo mes consecutivo y al ritmo más fuerte en más de dos años».
En consecuencia, la actividad de compras cayó por cuarto mes consecutivo y las empresas prefirieron, en la medida de lo posible, utilizar los «stocks» existentes para la producción.
Los datos de septiembre apuntan a un empeoramiento de los plazos medios de entrega respecto al mes anterior debido a la escasez de materias primas y las dificultades del transporte, mientras que los costes operativos aumentaron a la tasa más alta en tres meses y «a un ritmo históricamente elevado».
Sobre este asunto, las empresas informaron de que las materias primas en general se encarecieron y que los precios de la electricidad y del gas también fueron un factor clave que impulsó la inflación, por lo que «los fabricantes respondieron aumentando sus precios cobrados a un ritmo más pronunciado», añade el comunicado.
Respecto a la confianza sobre el futuro, en septiembre volvió a ser negativa por primera vez desde mayo de 2020, ya que las compañías tienen «una perspectiva económica incierta, caracterizada por una alta inflación y un menor consumo».