«Es pronto para cantar victoria ante la inflación» Por EFE
23.08.2024 20:53
Londres, 23 ago (.).- El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, considera que es «demasiado pronto» para cantar victoria contra la inflación y se muestra cauteloso ante bajadas adicionales de los tipos de interés.
Según el texto adelantado por el Banco de Inglaterra, que recoge la intervención de Bailey en el simposio de Jackson Hole (Wyoming), el gobernador sostendrá este viernes que la política monetaria permanecerá «estable» en los próximos meses y que las expectativas de inflación están más afianzadas.
«Los efectos de segunda ronda de la inflación parecen ser menores de lo que esperábamos», apunta Baily en el documento.
En el texto de su intervención, Bailey califica la respuesta británica a la inflación -en ritmo y en escala- como «progresiva pero mesurada» porque logró que no se produjese un impacto en la estabilidad financiera en un momento el que «la demanda en Europa se recuperaba más rápido que la oferta y los niveles de actividad estaban muy por debajo de los de niveles prepandemia».
En lo que se refiere al Reino Unido, Bailey cree que el nivel de persistencia de la inflación es más bajo de lo que se esperaba hace un año y «considerablemente menor» que el que experimentó el país en la década de los años 70, pero asegura que el trabajo no ha terminado y que todavía no se ha alcanzado la meta del 2 % de forma permanente.
«La política monetaria deberá seguir siendo restrictiva durante el tiempo suficiente hasta que los riesgos de que la inflación se mantenga de manera sostenible en torno al objetivo del 2% a medio plazo se hayan disipado aún más», sostiene Bailey.
Bailey hablará este viernes en el simposio de Jackson Hole después de que el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, indicase que «ha llegado el momento» de recortar los tipos de interés en su próxima reunión de septiembre.
El propio Banco de Inglaterra anunció el pasado 1 de agosto una rebaja de los tipos de interés del 5,25 % al 5 %, en la primera reducción desde marzo de 2020, después de que el propio Bailey asegurase que las presiones inflacionarias se habían aliviado lo suficiente como para permitir el recorte.