Funcas cree que la inflación muestra signos de desescalada, pero será «lenta»
29.11.2022 17:41
Funcas cree que la inflación muestra signos de desescalada, pero será «lenta»
Málaga, 29 nov (.).- La inflación muestra en España signos de desaceleración, pero será «lenta», «trabajosa», «con sorpresas» y, a pesar de la progresiva recuperación, no se alcanzaría el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2 % de tasa inflacionaria a finales de 2023, según las previsiones de Funcas.
El director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, ha explicado este martes que, aunque aún no se puede detectar una espiral inflacionista de precios y salarios, hay que vigilar algunos indicadores, como el porcentaje de componentes del IPC que crecen por encima del 6 %, porque hasta que no se empiece a reducir esa tasa no se podrá «declarar la victoria».
Durante su participación en una jornada económica organizada por la Fundación Unicaja (BME:) y la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía, Torres ha señalado que el umbral del 6 % es «muy significativo», que más allá de esa cifra sí hay un riesgo de espiral inflacionista y que, en este momento, un 52 % de los componentes del IPC suben por encima de esa cifra.
La velocidad a la que se reduzca la inflación dependerá de los factores exógenos y del contexto internacional, pero también de las medidas de corrección que implemente el BCE para facilitar la desescalada y de las políticas fiscales y de rentas que adopte el Gobierno, según ha indicado el directivo de Funcas.
Algunas de las medidas que se pueden adoptar para ello son el precio al tope del gas o el pacto de rentas y, tal y como ha indicado Torres, es «muy importante» que haya un cambio en la política monetaria, porque ya se ha dejado atrás la era de los tipos de interés negativos y, además, hay que preparar la economía a un cambio estructural necesario ante un encarecimiento permanente de la energía.
El director de Coyuntura Económica de Funcas ha resaltado la necesidad de que las medidas económicas y las políticas fiscales que se adopten de ahora en adelante sean focalizadas, se adapten a las rentas y tengan en cuenta los ingresos para ayudar a los sectores vulnerables.
«La mejor de las ayudas sería la que tuviera en cuenta el criterio de ingresos», ha asegurado Torres.
En este sentido, la directora de la División de Análisis Económico de AIReF, Esther Gordo, ha señalado que, a corto plazo, la situación económica es compleja, pero que, a pesar de ello, hay que pedir a la política fiscal que sea focalizada.
«Ya no estamos en tiempos de pandemia, cuando se requería una actuación urgente y masiva para sostener la economía y las empresas, sino que necesitamos una actuación de precisión y actuaciones selectivas», ha expresado Gordo.
Ha manifestado que estas medidas tienen que ser transitorias porque no se puede entrar en contradicción con los objetivos de la política monetaria y hay que tener en cuenta los altos niveles de deuda.
Según la experta, a medio plazo se debería empezar a diseñar una estrategia de consolidación fiscal y, en sus previsiones a largo plazo, ha puesto el foco en el envejecimiento poblacional, que tensionará gravemente las cuentas públicas.
Ha expresado que su previsión demográfica muestra una reducción significativa de las personas en edad de trabajar y que la tasa de dependencia aumentará del 30 % a más del 50 %, lo que quiere decir que, si ahora hay dos trabajadores por cada persona jubilada, en el futuro la relación será de uno a uno.
Además de al aumento de la presión del gasto en las pensiones, sus estimaciones les llevan a pensar que, si no se introducen medidas para solucionarlo, los niveles de deuda podrían situarse muy por encima del 150 %.
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