La Antigua Grecia y los mercados financieros
23.01.2023 13:08
Hace unos días, tenía una conversación con mi padre sobre el último libro que le habían regalado estas navidades. Me leía algunas de las notas que había tomado que hacían referencia a dos términos empleados en la Antigua Grecia: agnoia y amathia. La primera de ellas significa literalmente “no saber”, mientras la segunda significa “no aprender” o, en otras palabras, la incapacidad o negativa a aprender.
Robert Musil, doctor en psicología por la Universidad Humboldt de Berlín, a principios del siglo XX aportaba de su puño y letra un nivel más de profundidad sobre amathia, al distinguir entre lo que llamaba dos formas distintas de estupidez: por un lado, la de tipo honorable, por una incapacidad natural para aprender; por otro, la que denominaba estupidez inteligente, mucho más trágica, ya que se da en personas inteligentes y perfectamente funcionales que se niegan a aprender o a comprender.
En palabras de Musil, a diferencia de la de tipo honorable, la estupidez inteligente “no es una enfermedad mental”, a pesar de que puede resultar siendo tanto o más peligrosa, ya que nos encontramos ante una negativa a comprender, por lo que los argumentos racionales no sirven de nada.
Los mercados financieros son un invento del ser humano apasionante. Conectando a compradores y vendedores, crean un microcosmos en sí mismo, complejo, dinámico, en cierta medida autoinducido y donde todo está en movimiento. La evolución del precio de los activos responde a la interacción de compradores y vendedores, con diferentes niveles de conocimiento y donde las creencias individuales de cada uno de los inversores sobre sobre el funcionamiento de las leyes fundamentales que rigen este microcosmos terminan teniendo un peso muy importante en sus decisiones. Los chartistas lo son y están convencidos de las bondades de su método. Los fundamentales, también… y así podríamos seguir con todas y cada una de las escuelas de pensamiento.
Sin embargo, el riesgo de estar tan convencido de lo que cada uno de nosotros creemos está en caer en esa “estupidez inteligente” de la que hablaba Robert Musil que nos haga dar la espalda a otros enfoques, otras fuentes de información u otras escuelas de pensamiento que puedan complementar o mejorar la comprensión de ese microcosmos que tanto nos apasiona y al que dedicamos tanto tiempo.
Como todos los lunes, compartimos el vídeo de Actualización de los Niveles Institucionales donde en esta ocasión vamos a comentar también los cambios producidos en la última semana en las carteras Long-Only y Long-Short que tantas alegrías no están dando.
¡Buena semana y buenas inversiones!