La comisión que investiga el asalto al Capitolio de EEUU responsabiliza a Trump
22.07.2022 13:55
FOTO DE ARCHIVO: Una imagen del expresidente estadounidense Donald Trump en una pantalla durante la celebración de una sesión de la comisión parlamentaria que investiga el asalto al Capitolio del país el 6 de enero de 2021, en Washington D. C., Estado
Por Patricia Zengerle y Sarah N. Lynch
WASHINGTON, 22 jul (Reuters) – Después de perder las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020, el expresidente Donald Trump ignoró a sus aliados cercanos, que le dijeron que sus afirmaciones de fraude electoral generalizado eran falsas, y cuando los seguidores que creyeron en sus falsas denuncias irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, él se limitó a observar los acontecimientos.
Ese es el relato que la comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga los hechos del 6 de enero de 2021 expuso en ocho audiencias a lo largo de seis semanas, que concluyeron con un estudio de las acciones del expresidente durante el asalto de 187 minutos al Congreso por parte de miles de sus seguidores.
«El presidente Trump se sentó en la mesa de su comedor y vio el ataque por televisión mientras su personal de mayor jerarquía, sus asesores más cercanos y sus familiares le rogaban que hiciera lo que se espera de cualquier presidente estadounidense», dijo la diputada federal Elaine Luria. «El presidente Trump se negó a actuar por su deseo egoísta de mantenerse en el poder».
Unos 18 meses después del mortífero asalto, en las sesiones se reprodujo el vídeo de los alborotadores irrumpiendo en el Capitolio al grito de «Colgad a Mike Pence» mientras buscaban al vicepresidente, al que Trump había pedido que anulara la derrota electoral.
Se presentaron horas de testimonios, algunos en directo y otros grabados, de estrechos aliados de Trump, como el ex fiscal general Bill Barr, que desestimó las afirmaciones de Trump sobre el fraude como «patrañas», y de antiguos miembros del personal de la Casa Blanca, entre ellos uno que recordaba a un presidente enfurecido lanzando platos que mancharon de ketchup una pared.
El objetivo de las audiencias era exponer el argumento de que el expresidente republicano Trump violó la ley al intentar, por primera vez en la historia de Estados Unidos, detener la transición pacífica de poder de un presidente a otro.
Todavía no está claro si el Departamento de Justicia presentará cargos contra Trump, pero las sesiones parecen haber perjudicado un poco su posición entre los votantes republicanos. Una encuesta de Reuters/Ipsos completada el jueves concluyó que el 32% de los republicanos dicen que Trump no debería presentarse a la presidencia en 2024 —una posibilidad con la que sigue coqueteando públicamente—, frente al 26% que lo decía al comienzo de las audiencias.
El fiscal general Merrick Garland declinó esta semana decir si el Departamento de Justicia acusaría a Trump. Pero no lo descartó.
«Ninguna persona está por encima de la ley en este país. No puedo decirlo más claramente», dijo Garland a los periodistas el miércoles.
Trump y sus aliados —incluidos algunos republicanos en el Congreso— niegan que cometiera ningún delito y rechazan a la comisión, formada por siete demócratas y dos republicanos, alegando que tienen motivaciones políticas.
Los parlamentarios del Partido Republicano del Congreso de EEUU bloquearon el año pasado una propuesta de los del Partido Demócrata para crear una comisión bipartidista sobre los incidentes del 6 de enero, similar a la convocada tras los atentados del 11-S, dejando el poder de elegir a los miembros en manos de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Los representantes republicanos Liz Cheney y Adam Kinzinger se unieron a la comisión.
(Información de Patricia Zengerle y Richard Cowan; información adicional de Sarah N. Lynch, Doina Chiacu, Moira Warburton y Rose Horowitch; edición de Scott Malone y Daniel Wallis; traducido por Tomás Cobos)