La industria europea intensiva en riesgo si la energía sigue más cara que antes de guerra Por EFE
04.06.2024 18:00
Madrid, 4 jun (.).- La industria europea intensiva en energía, que incluye la química, metalúrgica, siderúrgica y papelera, aún padece las consecuencias de la crisis del gas propiciada por la invasión rusa de Ucrania, y su rentabilidad y capacidad de inversión podrían verse afectadas si los precios energéticos continúan elevados en el Viejo Continente.
En un informe publicado este martes, la aseguradora Crédito y Caución admite una «recuperación gradual» de estos sectores, si bien avanza que, a largo plazo, las perspectivas «son sombrías» por la probable estabilización de los precios de la energía en Europa por encima de los niveles previos a la guerra.
Como respuesta a la agresión de Rusia sobre Ucrania, la Unión Europea redujo su dependencia del gas ruso a través de la importación de gas natural licuado o GNL procedente de todo el mundo, una técnica de mayor coste que requiere su propia infraestructura de transporte y almacenamiento.
En mitad de este contexto, en el que los costes se dispararon cerca del 350 %, en 2022, las industrias de alto consumo energético de la eurozona sufrieron pérdidas de producción superiores al 10 %, según apunta el documento.
Ahora, aunque el gas en Europa sigue siendo superior a los históricos preguerra, ha disminuido lo suficiente como para apoyar una «recuperación gradual» de la producción de estos sectores tras dos años de contracciones.
Conforme a la aseguradora de crédito, el químico iniciará su crecimiento este año, en tanto que la recuperación para la metalurgia y la siderurgia se retrasará a 2025 y es más incierta en el caso del papelero.
Futuro con sombras
En esta línea, el trabajo reconoce que la caída de los precios del gas, unida al aumento de los costes laborales en EE.UU. y la fortaleza del dólar, ha favorecido a los productores europeos para reducir la brecha de competitividad con los estadounidenses.
Sin embargo, a largo plazo, Crédito y Caución vislumbra ciertas sombras por la «probable estabilización» de los precios de la energía en Europa en unos niveles superiores a los que se venían dando antes del conflicto.
En la actualidad no hay indicios de desindustrialización en Europa, pero ésta podría darse en los sectores intensivos en el uso de energía.
Y es que si los precios energéticos se mantienen elevados en la región, ello podría repercutir «en su rentabilidad y capacidades de inversión».
Se trata de un «riesgo importante», máxime teniendo en cuenta que la transición energética exigirá grandes gastos iniciales, indica la firma, que explica que las empresas que no pueden repercutir en sus precios finales el encarecimiento del gas suponen un «riesgo crediticio» para sus proveedores.
En este sentido, recuerda que muchas empresas de estos sectores han anunciado planes de ajuste de sus estrategias de producción para garantizar su viabilidad económica, y cree que, más adelante, algunas podrían optar por abandonar el continente.