La inflación en Argentina continúa su ascenso y se acerca a los tres dígitos
14.10.2022 22:59
La inflación en Argentina continúa su ascenso y se acerca a los tres dígitos
Javier Castro Bugarín
Buenos Aires, 14 oct (EFE).- Los precios al consumidor en Argentina continuaron su ascenso en septiembre y se aproximan al dramático porcentaje de los tres dígitos para finales de este año, en lo que supone uno de los mayores problemas macroeconómicos del país.
Según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación avanzó un 6,2 % en septiembre en comparación a agosto, una tímida desaceleración con respecto a las tasas mensuales del 7,4 y del 7 % que se habían registrado en el séptimo y el octavo mes del año, respectivamente.
En términos interanuales, el índice de precios al consumidor (IPC) se disparó en septiembre al 83 % interanual, lo que representa un avance de 4,5 puntos porcentuales con respecto a la variación registrada en agosto último.
Esta es la mayor alza interanual desde diciembre de 1991, cuando Argentina intentaba dejar atrás la hiperinflación que vivió entre 1989 y 1990.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, en los primeros nueves meses Argentina acumuló una inflación del 66,1 %, con un crecimiento destacado en el precio de los alimentos, que entre enero y septiembre subieron un 69,5 %, reafirmándose como el sector con mayor impacto en el índice general.
Los alimentos que más aumentaron su precio en los primeros nueve meses del 2022 fueron las verduras, tubérculos y legumbres (144,4 %), seguidos por los aceites, grasas y mantecas (89,8 %) y dulces y azúcares (79 %).
Además de impactar en los niveles de pobreza y en el poder adquisitivo de las familias, el recrudecimiento de la inflación está reavivando poco a poco la conflictividad social, como sucedió a fines del mes pasado en la disputa que enfrentó al sindicato de los trabajadores del neumático (SUTNA) con las patronales.
PREVISIONES PARA 2023
Los datos de inflación de los últimos meses pulverizaron todos los pronósticos del Gobierno argentino, que vincula la aceleración del IPC con el incremento de los precios internacionales de la energía y los alimentos en la primera mitad del año, así como por «aumentos exagerados» en las cadenas de formación de precios.
«Creemos que en algunos productos hay oligopolios y, por lo tanto, hay que trabajar para que esos oligopolios no se queden con una formación de precios que les da a las empresas una rentabilidad excesiva», aseguró este jueves la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en una rueda de prensa.
En este contexto, el Gobierno prevé que la inflación cierre el 2022 al 95 % y caiga hasta el 60 % el próximo año, tal y como recoge el proyecto de ley del Presupuesto 2023 enviado por el Ejecutivo al Parlamento el mes pasado.
El ministro de Economía, Sergio Massa, explicó ante los parlamentarios que esta propuesta es «prudente y realista» y agregó que el Gobierno buscará una «desaceleración de la inflación» sobre la base del orden fiscal, el aumento de las exportaciones y el incremento de la tasa de inversión en el país.
Con todo, los pronósticos privados son menos optimistas: el último informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), elaborado mensualmente por el Banco Central, estimó una inflación del 90,5 % para 2023 y del 66,8 % para 2024.
ESTIMACIONES DEL FMI
Ese proyecto de ley de Presupuesto 2023 respeta las metas pautadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del acuerdo de refinanciación de deudas suscrito entre ambas partes a comienzos de año.
La semana pasada, Argentina y el FMI volvieron a corregir al alza la proyección de inflación para 2022, hasta un rango de entre el 90 y el 100 %, unos números más realistas respecto al rango del 38-48 % previsto en marzo o del 52-62 % pronosticado en junio.
En la segunda revisión del acuerdo, el organismo multilateral estimó que la inflación caerá «muy gradualmente» en los últimos meses del año, proceso que continuará en 2023 en un contexto de «caída sostenida de la demanda de base monetaria».
«Incluso con un endurecimiento de las medidas macroeconómicas, reconstruir la credibilidad de las políticas y reducir la inflación será desafiante, especialmente por las diferencias en torno a las políticas económicas en el seno de la coalición gobernante», apuntó el documento de la segunda revisión.
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