La inversión de las empresas jóvenes fue muy débil hasta 2022 por impacto de la pandemia Por EFE
29.05.2024 13:20
Madrid, 29 may (.).- La inversión de las empresas jóvenes experimentó «una debilidad particularmente acusada» desde 2019 y hasta 2022, un resultado «coherente» con el mayor impacto que tuvo la pandemia sobre la actividad y el empleo de las compañías de más reciente creación, según el Banco de España.
Esta es una de las conclusiones del boletín económico publicado este miércoles por la entidad y titulado «Un análisis desagregado de la inversión empresarial desde el inicio de la pandemia», en el que se detalla que el artículo se basa en los datos proporcionados por la Central de Balances Integrada (CBI).
En el citado periodo y en un contexto de crisis sanitaria, los patrones de inversión de las empresas jóvenes se habrían visto afectados de manera «más intensa» que el resto de sociedades, debido a que las primeras tienen a invertir más por sus «mayores necesidades de ampliación del stock de capital productivo».
Así, la brecha positiva entre el esfuerzo inversor de las empresas jóvenes y el del resto se ha reducido desde el inicio de la pandemia, mientras que «el vínculo entre la edad de la empresa y la decisión de invertir parece haberse estrechado desde la crisis sanitaria».
Los datos muestran que en 2020 se produjo una caída significativa tanto de la proporción de empresas con flujos de inversión positivos como de la cuantía media invertida entre las empresas que invierten, y en el caso concreto de este grupo la empresa mediana tuvo una inversión neta «negativa».
Desde entonces se ha observado una recuperación incompleta de la inversión, por lo que en 2022 «aún no se habían recuperado los registros previos a la pandemia».
La inversión empresarial en el primer trimestre de 2024 aumentó un 2,6 %, dejando atrás el terreno negativo de los últimos seis meses de 2023, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) conocidos a finales del mes de abril .
Respecto a las empresas que más ajustaron sus patrones de inversión desde el inicio de la pandemia fueron aquellas que pertenecen a ramas de actividad «cuyas ventas se vieron más afectadas por la crisis sanitaria», como la hostelería, el transporte o los servicios de ocio.
El informe del Banco de España señala que estas diferencias entre sectores «tendieron a diluirse a partir de 2021» y en 2022 «las tasas medias de inversión se mantenían por debajo de los niveles de 2019 en prácticamente todas las ramas de actividad», aunque destacan las brechas observadas en las ramas de agricultura, construcción y actividades inmobiliarias.
Otra de sus conclusiones es que «el crecimiento de las ventas y el flujo de caja incidieron de forma más intensa sobre la decisión de invertir en el período 2020-2022 que en los años anteriores», lo que sugiere que las decisiones de inversión de las empresas «se tornaron más sensibles al desempeño económico, en un contexto de elevada incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento».
Respecto a las empresas con una posición financiera menos saneada, el documento insiste en que «muestran una probabilidad de invertir comparativamente menor» y también se observa que el vínculo entre la situación financiera de la empresa y el margen extensivo -que suele acentuarse en períodos recesivos- «no se habría visto alterado de forma significativa durante la pandemia».
Ello se debe a las diversas medidas de política económica desplegadas durante la pandemia, que habrían desempeñado un papel importante a la hora de explicar la menor incidencia sobre las decisiones de inversión de las empresas que tuvieron sus condicionantes financieros.
Dos ejemplos de esas medidas son las iniciativas del Banco Central Europeo para preservar unas condiciones de financiación favorables para todos los agentes económicos y los programas de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para facilitar el acceso a financiación externa.