La muerte violenta de la luna Crisálida podría haber dado lugar a los anillos de Saturno
15.09.2022 23:21
Una vista de Saturno desde el Telescopio Espacial de la NASA Hubben esta imagen tomada el 20 de junio del 2019. NASA, ESA, A. Simon (GSFC), M.H. Wong (Universidad de California, Berkeley) y el equipo OPAL /Handout via REUTERS
Por Will Dunham
WASHINGTON, 15 sep (Reuters) – Es el caso de la luna perdida.
Científicos que utilizan datos obtenidos por la nave espacial Cassini de la NASA y simulaciones por ordenador afirmaron el jueves que la destrucción de una gran luna que se acercó demasiado a Saturno explicaría tanto el nacimiento de los magníficos anillos del planeta gaseoso como su inusual inclinación orbital de unos 27 grados.
Los investigadores llamaron a esta hipotética luna Crisálida y dijeron que podría haber sido desgarrada por las fuerzas de marea de la atracción gravitatoria de Saturno hace unos 160 millones de años, algo relativamente reciente comparado con la fecha de formación del planeta, hace más de 4.500 millones de años.
Alrededor del 99% de los restos de Crisálida parece haberse precipitado en la atmósfera de Saturno, mientras que el 1% restante permaneció en órbita alrededor del planeta y acabó formando el gran sistema de anillos que es una de las maravillas de nuestro sistema solar, según los investigadores.
Eligieron el nombre de Crisálida para la luna porque hace referencia a la etapa de pupa de una mariposa antes de transformarse en su forma adulta.
«Al igual que una mariposa emerge de una crisálida, los anillos de Saturno surgieron del satélite primordial Crisálida», dijo Jack Wisdom, profesor de ciencias planetarias del Instituto Tecnológico de Massachusetts y autor principal del estudio publicado en la revista Science.
Los investigadores estimaron que Crisálida tenía aproximadamente el tamaño de Iapetus, la tercera luna más grande de Saturno que tiene un diámetro de poco más de 1.470 kilómetros.
Aunque los otros grandes planetas gaseosos del sistema solar, incluido Júpiter, también poseen anillos, son insignificantes comparados con los de Saturno, el sexto planeta desde el sol.
Situado a una distancia del Sol casi 10 veces superior a la de la Tierra, Saturno es el segundo planeta más grande de nuestro sistema solar, por detrás de Júpiter, y su volumen es 750 veces mayor que el de la Tierra.
Saturno, formado principalmente por hidrógeno y helio, está orbitado por 83 lunas conocidas, entre ellas Titán, la segunda más grande del sistema solar y mayor que el planeta Mercurio.
Cassini orbitó Saturno 294 veces entre 2004 y 2017, obteniendo datos vitales, incluidas las mediciones de la gravedad que fueron de referencia para el nuevo estudio.
Un estudio publicado en 2019 proporcionó pruebas de que los anillos eran una adición relativamente reciente, y este nuevo análisis amplió esos hallazgos.
(Reporte de Will Dunham. Editado en español por Javier Leira)