La patronal francesa constata convergencia con España y fractura con Alemania

París, 18 ene (.).- La patronal francesa Medef constata «una dificultad» en las relaciones entre Francia y Alemania por los «intereses divergentes» de sus economías, lo que contrasta con la proximidad con España, como lo muestra la negociación de la reforma del mercado de la electricidad en la UE.

«Ahora es mucho menos complicado con España», subrayó este miércoles el presidente del Movimiento de Empresas de Francia (Medef), Geoffroy Roux de Bézieux, cuando se le preguntó por sus expectativas sobre la cumbre bilateral francoespañola de mañana en Barcelona, después de haber hablado de Alemania.

En una conferencia de prensa sobre las perspectivas para 2023, Roux de Bézieux se refirió a las discusiones sobre la crisis de la energía en la Unión Europea (UE), que estarán en el centro de la cumbre de Barcelona, a la que asistirán el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

«Estamos -subrayó- mucho más alineados con España en este asunto» en la reforma del mercado europeo de la electricidad para modificar el sistema de fijación de precios, un esquema que «no funciona» porque el gas, que es el que al final establece la referencia por el mecanismo marginalista, está generando fuertes picos en las tarifas.

España y Francia, al igual que otros países, quieren modificar ese sistema para que los precios dependan del costo global de la producción de electricidad, mientras que Alemania o Países Bajos se resisten porque temen que así desaparezcan los incentivos para los operadores de centrales de gas y la UE deje de ser un mercado atractivo para los productores de gas.

El presidente de la patronal francesa se pronunció en favor de establecer «precios de la producción (de electricidad) a largo plazo», que incluyan entre otros los costos de amortización de las centrales nucleares o eólicas.

Y también pidió que se establezca en la UE una diferenciación entre Estados miembros para que, por ejemplo, Francia pueda beneficiarse de las inversiones que ha hecho y prevé hacer en sus reactores nucleares, y España y Portugal puedan hacer lo mismo con su apuesta por las energías renovables.

Esa proximidad entre París y Madrid contrasta con la «dificultad» que reconoció que hay en las relaciones entre Francia y Alemania, que el próximo domingo celebran también una cumbre bilateral que se ha aplazado repetidamente por discordancias en muchos puntos.

Roux de Bézieux señaló que, a diferencia de la francesa, la economía alemana se ha basado en gran medida en su capacidad de exportación, en particular a mercados como el chino y en una energía «muy barata» que le llegaba desde Rusia.

También recalcó que el plan de apoyo masivo con subvenciones a sus empresas que anunció Berlín a finales de 2022 sentó mal en Francia por el efecto de distorsión que era susceptible de generar.

Su mensaje final es que Francia y Alemania no pueden salir solas de la actual situación, en un contexto particular marcado por nuevas formas de proteccionismo por parte de las grandes potencias que son China y Estados Unidos, por lo que hace falta un impulso a nivel europeo.

«Europa debe rearmarse», señaló antes de defender la posición de Macron, que pretende sacar adelante un plan masivo de reconversión verde de sus empresas en respuesta al que ha presentado la Administración de Joe Biden en Estados Unidos.

Roux de Bézieux presentó los principales puntos de preocupación de los empresarios franceses, en particular el precio de la energía con «la necesaria reforma del mercado» de la UE, la forma de repercutir la inflación en los precios de los productos o servicios de las empresas, o el impacto de las subidas de los tipos de interés.

Añadió la cuestión del aumento de los salarios, las dificultades para contratar o mantener el personal de plantilla y la seguridad en el aprovisionamiento.

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