La siderurgia ultima informe de importaciones fraudulentas de China que llevará a Gobierno Por EFE
19.06.2024 13:52
Madrid, 19 jun (.).- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) ha encargado un informe a la firma legal Andersen acerca de las supuestas importaciones fraudulentas de tubos de procedentes de China que estarían siendo declaradas como estructuras fotovoltaicas para eludir la regulación europea y pagar menos aranceles.
Según ha explicado este miércoles en rueda de prensa el director general de la patronal, Andrés Barceló, la intención de Unesid con este estudio, que estará terminado «en breve», es «volver a la Agencia Tributaria, a Comercio y al Ministerio de Industria» a exponer la situación, si bien ha avisado que, de no obtener una respuesta «satisfactoria», se elevaría a la Comisión Europea.
«Confío en que este año encontremos una solución», ha insistido Barceló, que ha aclarado que, por motivos de seguridad jurídica, que es «lo primero que mueve a los empresarios», no piden revisar lo ocurrido en los años anteriores sino velar por lo que suceda «de aquí en adelante».
El pasado marzo, la patronal siderúrgica alertó de que se había producido unos 55 millones de euros menos en 2023 por las importaciones «fraudulentas» de tubos de acero de China declaradas como estructuras fotovoltaicas, una circunstancia que estaría «distorsionando al mercado».
Entonces dijo que declarar mal estos productos era una manera de «eludir las medidas de salvaguardia, reducir el pago de aranceles, perjudicar a las arcas públicas y levantar estructuras sobre materiales que no son lo suficientemente consistentes y duraderos en el tiempo».
Sobre ello ha profundizado Barceló en su intervención ante los medios previa a la junta general de Unesid, donde ha dicho que este presunto fraude estaría encontrando acomodo en España al ser el país que más desarrollo tiene en marcha de tecnología fotovoltaica.
Evitar ser «pagafantas»
En su análisis del último ejercicio, la patronal se ha referido a 2023 como un año duro especialmente para la Unión Europea, rodeada de tensiones geopolíticas, como las guerras en Ucrania y Gaza, y sacudida por las presiones derivadas de la inflación y la desconfianza de los sectores consumidores, circunstancias estas dos últimas que presionaron a la baja la demanda real de acero.
Ello, unido al aumento de las importaciones procedentes de terceros países, y a pesar de las medidas de salvaguardia en vigor en la región, «canibalizó los precios», llevando al conjunto de la industria a una situación débil, expone el presidente de Unesid, Bernardo Velázquez, en el informe anual.
Precisamente, la política comercial de los Veintisiete es una de las preocupaciones actuales del sector.
«No podemos ser los pagafantas», ha sostenido el director general de la patronal, y es que hay «dos colosos, dos carnívoros, China y EE.UU., y la Unión Europa está entre medias, defendiendo cosas pero solos».
Desde su punto de vista, «los europeos nos quedamos como los tontos de la clase», mientras que China y EE.UU. incumplen de forma sistemática los compromisos adquiridos al acceder a la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que deja en desventaja a las compañías del Viejo Continente, atrapadas en la ambición ambiental y social de la región así como en un «tsunami» regulatorio.