Laboralistas piden que la reducción de jornada se acuerde con los agentes sociales Por EFE
26.10.2024 17:03
Madrid, 26 oct (.).- Abogados laboralistas han advertido de la importancia de definir, mediante el diálogo social y la negociación colectiva, la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas que quiere acordar el Gobierno con patronal y sindicatos, y evitar así que la medida sea politizada.
Esta ha sido una de la conclusiones de XXIV Congreso Nacional de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA), celebrado este fin de semana en Lleida, según informa la propia organización en un comunicado remitido este sábado.
El foro, que ha reunido a más de 400 expertos en derecho laboral, ha abordado, entre otros asuntos, la futura rebaja de la jornada máxima legal, desde las 40 horas semanales de la actualidad, a las 37,5 horas en 2025.
El Ministerio de Trabajo se reúne el próximo martes con patronal y sindicatos para avanzar en los detalles de este recorte de jornada.
No obstante, parece que, ante la negativa de los empresarios a aceptar este cambio laboral, Trabajo podría dar por cerrada esta mesa de negociación y tratar de aprobar la disminución de las horas trabajadas sólo con el visto bueno de los sindicatos.
Durante el Congreso de ASNALA, destacó la intervención del catedrático de la Universidad de Barcelona y ex director de Relaciones Laborales de la CEOE, Jordi García Viña, quien consideró que esta reducción «carece de base científica y supone un reto significativo para las relaciones laborales».
La catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Autónoma de Madrid, Yolanda Valdeolivas, señaló que «la reducción del tiempo de trabajo representa ahora un debate contaminado y politizado, que seguramente entorpece el análisis de una cuestión con múltiples implicaciones para trabajadores y empresas».
A juicio de la también ex secretaria de Estado de Empleo socialista (2018-2020), «necesitamos de leyes dispositivas que, sin perjuicio de imponer mínimos cuya ausencia arriesgue el imprescindible equilibrio de las partes, deje mayor espacio a la negociación colectiva, más cercana a las necesidades y especificidades de empresas y personas trabajadoras».