Las crisis energética y la inflación pueden llevar a las grandes economías a la recesión -OCDE
26.09.2022 11:15
© Reuters. FOTO DE ARCHIVO: Pantallas con datos de cotización del índice de acciones japonés Nikkei en un centro de conferencias en Tokio, Japón, el 14 de septiembre de 2022. REUTERS/Issei Kato
Por Leigh Thomas
PARÍS, 26 sep (Reuters) – El crecimiento económico mundial se está ralentizando más de lo previsto hace unos meses a raíz de la invasión rusa de Ucrania, ya que la crisis energética y la inflación corren el riesgo de dar lugar a recesiones en las principales economías del mundo, dijo el lunes la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló que, si bien se sigue esperando un crecimiento mundial del 3% para este año, ahora se prevé que se reduzca al 2,2% en 2023, lo que supone una revisión a la baja de la previsión del 2,8% realizada en junio.
El foro político con sede en París se mostró especialmente pesimista sobre las perspectivas de Europa, la economía más expuesta directamente a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
Se prevé que la producción mundial del próximo año sea inferior en 2,8 billones de dólares a lo que la OCDE preveía antes de que Rusia atacara Ucrania, una pérdida de ingresos en todo el mundo equivalente al tamaño de la economía francesa.
«La economía mundial ha perdido impulso tras la guerra de agresión no provocada, injustificable e ilegal de Rusia contra Ucrania. El crecimiento del PIB se ha estancado en muchas economías y los indicadores económicos apuntan a una desaceleración prolongada», dijo en un comunicado el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann.
La OCDE pronosticó que el crecimiento económico de la zona del euro se ralentizará del 3,1% este año a sólo el 0,3% en 2023, lo que implica que el bloque de 19 naciones de la moneda compartida pasaría al menos parte del año en recesión, definida como dos trimestres consecutivos de contracción.
Esto supone una drástica rebaja con respecto a las últimas perspectivas económicas de la OCDE de junio, cuando preveía que la economía de la zona del euro crecería un 1,6% el año que viene.
La OCDE se mostró especialmente pesimista con respecto a la economía alemana, dependiente del gas ruso, y pronosticó que se contraerá un 0,7% el próximo año, lo que supone un recorte con respecto a la estimación de junio de un crecimiento del 1,7%.
La OCDE advirtió de que nuevas interrupciones del suministro energético afectarían al crecimiento y dispararían la inflación, especialmente en Europa, donde podrían hacer retroceder la actividad otros 1,25 puntos porcentuales y aumentar la inflación en 1,5 puntos porcentuales, empujando a muchos países a la recesión durante todo el año 2023.
Aunque es mucho menos dependiente de la energía importada que Europa, se considera que Estados Unidos está entrando en recesión mientras la Reserva Federal sube los tipos de interés para controlar la inflación.
La OCDE pronosticó que la mayor economía del mundo se ralentizará, pasando de un crecimiento del 1,5% este año a sólo un 0,5% el próximo, frente a las previsiones de junio de un 2,5% en 2022 y un 1,2% en 2023.
Por su parte, las estrictas medidas adoptadas por China para controlar la propagación del COVID-19 este año harán que su economía crezca sólo un 3,2% este año y un 4,7% el próximo, mientras que la OCDE había previsto previamente un 4,4% en 2022 y un 4,9% en 2023.
A pesar del rápido deterioro de las perspectivas de las principales economías, la OCDE afirmó que son necesarias nuevas subidas de tipos para luchar contra la inflación, y pronosticó que los tipos de interés de la mayoría de los principales bancos centrales superarán el 4% el próximo año.
Con muchos Estados aumentando los paquetes de apoyo para ayudar a hogares y empresas a hacer frente a la alta inflación, la OCDE dijo que tales medidas deberían dirigirse a los más necesitados y ser temporales para mantener su coste bajo y no cargar aún más las altas deudas post-COVID.
(Reporte de Leigh Thomas; edición de Richard Lough; traducción de Darío Fernández)