Las fuerzas rusas se enfrentan a una fuerte resistencia en la región ucraniana del Dombás
31.05.2022 09:50
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FOTO DE ARCHIVO: Un residente local camina junto a un edificio destruido por un ataque militar ruso, mientras continúa el ataque de Rusia a Ucrania, en la ciudad de Bakhmut, en la región de Donetsk, Ucrania, 29 de mayo de 2022. REUTERS/Serhii Nuzhnenko
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Por Pavel Polityuk y Oleksandr Kozhukhar
KIEV/LEÓPOLIS (Reuters) – La agencia de noticias estatal TASS informó el martes de que un líder separatista respaldado por Moscú dijo que las fuerzas rusas no habían avanzado tan rápidamente como esperaban en la batalla por Severodonetsk, la ciudad más al este que sigue en manos de Ucrania.
Mientras continuaba la ofensiva rusa en la región oriental de Dombás, la Unión Europea acordó prohibir la mayor parte de las importaciones de petróleo ruso, una medida destinada a hacer un agujero en las finanzas de guerra del Kremlin.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que la prohibición acordada en una cumbre de la UE en Bruselas el lunes cubriría inmediatamente más de dos tercios de las importaciones de petróleo de Rusia y cortaría una «enorme fuente de financiación de su maquinaria de guerra», lo que supone la sanción más dura del bloque a Moscú desde la invasión de Ucrania hace tres meses.
Los dirigentes de la UE dijeron que habían acordado cortar el 90% de las importaciones de petróleo de Rusia para finales de este año, con exenciones para Hungría —un país sin salida al mar que depende en gran medida del crudo transportado por oleoductos desde Rusia— y otros países preocupados por el impacto económico de la prohibición.
También acordaron excluir al mayor banco ruso, Sberbank (MCX:SBER), del sistema SWIFT y prohibir otras tres emisoras estatales rusas, añadió Michel.
El anuncio se produjo mientras las fuerzas rusas avanzaban hacia objetivos clave en el Dombás, donde el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que la situación seguía siendo «extremadamente difícil».
Rusia ha estado tratando de apoderarse de todo el Dombás, compuesto por Luhansk y Donetsk, que Moscú reclama en nombre de los separatistas prorrusos.
La captura de las ciudades gemelas de Severodonetsk y Lisichansk, a orillas del río Síverski Donets, daría a Moscú el control efectivo de Luhansk y permitiría al Kremlin declarar alguna forma de victoria después de más de tres meses de guerra.
El líder de la República Popular de Luhansk, apoyada por Moscú, Leonid Pasechnik, declaró a TASS que un tercio de Severodonetsk estaba «ya bajo nuestro control», pero que el avance era menos rápido de lo esperado.
El avance de las tropas rusas se complicó por la presencia de varias grandes plantas químicas en la zona de Severodonetsk, informó TASS.
En el sur, Kiev dijo que sus fuerzas habían hecho retroceder al ejército ruso a posiciones defensivas en Andriiivka, Lozove y Bilohorka, pueblos en la orilla sur del río Inhulets que forma la frontera de la provincia de Jersón, donde Moscú está tratando de consolidar el control.
Reuters no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones de ninguna de las partes.
Ucrania ha pedido a Occidente que envíe más armas de largo alcance, pero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Washington no enviaría a Ucrania sistemas de misiles que puedan llegar hasta Rusia, una decisión que el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, calificó de «racional».
Zelenski dijo que las fuerzas rusas volvieron a bombardear el lunes la ciudad nororiental de Járkov, así como la región fronteriza de Sumy, que fue atacada desde el interior de Rusia.
Los bombardeos rusos han reducido a ruinas gran parte de Severodonetsk, pero la defensa ucraniana ha frenado la campaña rusa más amplia en toda la región del Dombás.
El gobernador de Luhansk, Serhi Gaidai, dijo que el ejército ruso había avanzado hacia las franjas sureste y noreste de Severodonetsk, pero las fuerzas ucranianas lo habían expulsado de la aldea de Toshkivka, al sur.
«Utilizan la misma táctica una y otra vez. Bombardean durante varias horas —durante tres, cuatro, cinco horas— seguidas y luego atacan», dijo. «Los que atacan mueren. Luego siguen los bombardeos y los ataques, y así hasta que se abren paso en algún lugar».
Con el aumento de las temperaturas, había un «terrible olor a muerte» en las afueras de Severodonetsk, dijo Gaidai.
EXENCIÓN TEMPORAL PARA EL OLEODUCTO
Los esfuerzos por acordar un embargo petrolero de la UE se habían visto bloqueados por la negativa de Hungría a aceptar una prohibición de las importaciones rusas que recibe a través del enorme oleoducto «Amistad» de la era soviética que atraviesa Ucrania.
Michel dijo en una conferencia de prensa que había una «excepción temporal para el petróleo que llega a la UE a través del oleoducto», pero añadió: «Queremos volver al Consejo Europeo lo antes posible para abordar esta excepción temporal y asegurarnos de que podremos dirigirnos a todo el petróleo ruso».
El presidente ruso, Vladimir Putin, en sus conversaciones del lunes con el presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo que Rusia estaba dispuesta a facilitar las exportaciones de grano sin obstáculos desde los puertos ucranianos en coordinación con Turquía, según el Kremlin.
Los dirigentes occidentales han criticado a Rusia por bloquear los puertos ucranianos, lo que ha disparado los precios de los cereales y otras materias primas. Las Naciones Unidas han dicho que la crisis alimentaria mundial se está agravando y han tratado de negociar un acuerdo para desbloquear las exportaciones de grano de Ucrania.
«El Kremlin dijo que la llamada de Putin a Erdogan se centró en garantizar la seguridad de la navegación en los mares Negro y de Azov y en eliminar la amenaza de las minas en sus aguas.
Putin dijo que si se levantan las sanciones, Rusia podría exportar importantes volúmenes de fertilizantes y productos agrícolas.
Zelenski también habló con Erdogan y dijo que discutieron la seguridad alimentaria y la cooperación en materia de defensa, «y, por supuesto, cómo acelerar el fin de esta guerra».
(Información de las oficinas de Reuters; redacción de Stephen Coates; edición de Lincoln Feast y Simon Cameron-Moore; traducción de Flora Gómez)