Las noches en vela aumentan el riesgo de ansiedad, según un estudio
23.12.2023 18:47
© Reuters. Las noches en vela aumentan el riesgo de ansiedad, según un estudio
Es bien sabido que la falta de sueño no solo cansa, sino que también puede tener un impacto en el organismo. Ahora lo acaba de confirmar la ciencia. Un nuevo estudio ha revelado que esas noches sin dormir tienen un resultado aún más sombrío: minan tu alegría y aumentan el riesgo de ansiedad.
En un análisis de más de 50 años de investigación sobre la privación de sueño y el estado de ánimo, los investigadores quisieron averiguar el impacto psicológico de lo que denominaron nuestra «sociedad en gran medida privada de sueño». Los resultados, publicados en la revista Psychological Bulletin, analizan los datos de 154 estudios realizados a lo largo de cinco décadas.
En todos ellos, más de 5.000 participantes vieron interrumpido su sueño durante una o más noches. A algunos se les mantuvo despiertos durante periodos prolongados, mientras que a otros se les proporcionaron cantidades de sueño más cortas de lo normal. A otro grupo de participantes se les despertó periódicamente a lo largo de la noche. Los estudios midieron al menos una variable emocional tras la interrupción del sueño: los participantes informaron de su estado de ánimo, respondieron a estímulos emocionales y se les midieron los síntomas de depresión y ansiedad.
Los investigadores descubrieron que los tres tipos de interrupción del sueño provocaban menos emociones positivas, como alegría, felicidad y satisfacción. También aumentaron los síntomas de ansiedad, como la aceleración del ritmo cardíaco y el aumento de los niveles de preocupación. También se observaron algunos síntomas de depresión, pero en menor medida y de forma menos consistente. Los resultados fueron similares en cuanto al aumento de emociones negativas como la tristeza, la preocupación y el estrés.
«En nuestra sociedad, en gran medida privada de sueño, cuantificar los efectos de la pérdida de sueño sobre las emociones es fundamental para promover la salud psicológica», afirmó la autora principal del estudio, la Dra. Cara Palmer, de la Universidad Estatal de Montana.
Este estudio representa la síntesis más completa de la investigación experimental sobre el sueño y la emoción realizada hasta la fecha, y aporta pruebas sólidas de que los periodos de vigilia prolongada, la duración reducida del sueño y los despertares nocturnos influyen negativamente en el funcionamiento emocional humano
Dra. Cara Palmer
Palmer añadió que los efectos negativos se producían «incluso tras breves periodos de pérdida de sueño», lo que incluía permanecer despierto una o dos horas más tarde de lo normal. «También descubrimos que la pérdida de sueño aumentaba los síntomas de ansiedad y reducía la excitación en respuesta a estímulos emocionales».
Una sociedad en gran medida privada de sueño
Los investigadores señalaron que una limitación del estudio era que la mayoría de los participantes eran adultos jóvenes, con una media de edad de 23 años. Una muestra de edad más diversa en futuras investigaciones podría proporcionar una mejor comprensión del efecto de la privación de sueño sobre las emociones.
También les gustaría examinar los efectos de la falta de sueño en diferentes culturas, ya que la mayoría de las investigaciones de este estudio se realizaron en Estados Unidos y Europa. «Las investigaciones han revelado que más del 30% de los adultos y hasta el 90% de los adolescentes no duermen lo suficiente«, afirma Palmer.
«Las implicaciones de esta investigación para la salud individual y pública son considerables en una sociedad en gran medida privada de sueño. Las industrias y los sectores propensos a la pérdida de sueño, como los primeros intervinientes, los pilotos y los camioneros, deben adoptar políticas que den prioridad al sueño para mitigar los riesgos en su profesión».