Los argumentos a favor de un aterrizaje «suave» de la Fed podrían ser sólidos
16.11.2022 14:00
© Reuters. FOTO DE ARCHIVO: La sede de la Reserva Federal en Washington
Por Howard Schneider
WASHINGTON, 16 nov (Reuters) – La acumulación de indicios de que los precios se están ralentizando en Estados Unidos, junto con los signos de tensión en las finanzas de los consumidores e incluso los recientes despidos en el sector tecnológico, pueden reforzar la fe en que la economía estadounidense puede escapar de la actual oleada de inflación sin que se produzca una gran desaceleración.
Los dirigentes de la Reserva Federal hicieron hincapié esta semana en su intención de seguir subiendo los tipos de interés por ahora, aunque quizá a un ritmo más lento, hasta que esté claro que el reciente giro a la baja de la inflación se convierte en una tendencia y se extiende a toda la gama de bienes y servicios.
Pero después de más de un año de lecturas de inflación repetidamente superiores a las esperadas, la presión puede ir ahora en la otra dirección, lo que permitiría a la Reserva Federal actuar de forma menos agresiva en sus futuras subidas de tipos.
El martes, los inversores aumentaron sus apuestas por que la Reserva Federal subirá los tipos en tan sólo medio punto porcentual en su próxima reunión (13 y 14 de diciembre), después de que los recientes datos mostraran que los precios pagados por las empresas estadounidenses, un indicador de los futuros costes de los consumidores, subieron menos de lo esperado en octubre, mientras que algunos componentes clave registraron un descenso intermensual.
Esto se produce después de que la semana pasada se informara de que los precios al consumo de EEUU en octubre subieron menos de lo previsto, y de que miembros de la Reserva Federal señalaran que probablemente hayan terminado con las subidas de tipos de tres cuartos de punto aprobadas en las últimas cuatro reuniones del banco central.
El último informe sobre el índice de precios al productor de EEUU, que mide lo que las empresas pagan por materiales, suministros y bienes finales para su reventa, incluyó la primera caída de los precios de los servicios desde noviembre de 2020, junto con la evidencia de que los altos márgenes de beneficio obtenidos por algunos proveedores durante la pandemia están cayendo.
Mientras tanto, los recientes anuncios de despidos masivos en grandes empresas tecnológicas como Amazon , lejos de ser reflejo de una posible crisis en el mercado laboral en general, puede ser el indicio de un cambio saludable de algunos de los excesos de la era de la pandemia, según Joseph Briggs y Ronnie Walker, economistas de Goldman Sachs (NYSE:).
Los dirigentes de la Reserva Federal sostienen que será difícil que la inflación estadounidense se reduzca hasta que la elevada demanda actual de trabajadores se ajuste al número de personas dispuestas a trabajar, un ajuste que puede haber comenzado en las empresas tecnológicas, que fueron las principales beneficiarias durante los meses más intensos de la pandemia de COVID-19, cuando los consumidores compraban desde casa y los empleados convertían sus hogares en sus oficinas.
«Las empresas tecnológicas pueden haber exagerado el rápido crecimiento que experimentaron durante la pandemia y ahora están corrigiendo el exceso de contratación», escribieron los economistas de Goldman. «Los despidos en el sector tecnológico son, por tanto, un desafortunado efecto secundario de la ralentización del crecimiento y del endurecimiento de las condiciones financieras, necesarios para reequilibrar el mercado laboral en general, pero por ahora parecen concentrarse en un ámbito reducido».
El crecimiento del empleo hasta octubre siguió siendo fuerte, pero apuntaba a una moderación con respecto a los máximos anteriores a la pandemia, ante lo cual los dirigentes de la Reserva Federal dijeron que ven algunas señales iniciales de que el crecimiento de los salarios está empezando a enfriarse.
FRENAR LA DEMANDA
Los dirigentes de la Reserva Federal están tratando de encontrar el equilibrio entre el endurecimiento de las condiciones financieras en la economía para frenar la inflación sin ir tan lejos como para provocar una recesión.
Parte del reto consiste en anticipar cómo influirán las subidas de tipos asumidas por la Fed hasta ahora en el comportamiento futuro.
Los nuevos datos de la Reserva Federal de Nueva York dieron una pista de que, aunque el gasto de los consumidores se ha mantenido relativamente fuerte, las finanzas de los consumidores pueden estar sufriendo por el aumento de los precios.
Los saldos de las tarjetas de crédito aumentaron un 15% en los tres meses de julio a septiembre, en comparación con el año anterior, y la proporción de cuentas en situación de mora aumentó, aunque desde una tasa baja.
Entre algunos grupos demográficos, el endeudamiento con tarjetas de crédito en EEUU ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, invirtiendo la amplia reducción de la deuda observada en 2020, en una posible señal de que los saldos de efectivo que han sostenido la demanda de los consumidores pueden estar agotándose para algunos hogares.
Frenar la demanda es uno de los objetivos de las subidas de tipos de la Fed, que se han producido al ritmo más rápido de los últimos 40 años, con la expectativa de que un menor consumo se traduzca en una menor inflación.
Una encuesta separada de la Fed de Nueva York mostró un salto imprevisto en el sector manufacturero en noviembre, pero también una caída en los nuevos pedidos, lo cual podría indicar que las empresas anticipan una menor demanda en el futuro.
‘GRAN RECOMPRESIÓN DE LOS MÁRGENES’
Aun así, con los mercados moviéndose actualmente menos en función de los datos de crecimiento y resultados empresariales y más sobre la base de la relación entre la política monetaria de la Fed y la inflación, las señales de que los precios empiezan a moderarse han hecho que los mercados de renta variable se disparen.
El ha recuperado desde mediados de octubre cerca de dos tercios de la caída del 16% de su valor desencadenada a finales de agosto, cuando el presidente de la Fed, Jerome Powell, pronunció un contundente discurso sobre el impacto que la Fed estaba dispuesta a infligir a la economía para domar la inflación.
Si octubre resulta ser finalmente un punto de inflexión, lo más probable es que el tono de la Fed se ablande en lugar de endurecerse.
La caída de los márgenes en octubre, evidente en los datos de los precios al productor del martes, es algo que los economistas y los dirigentes de la Reserva Federal han anticipado a medida que las cadenas de suministro se relajaban, los inventarios crecían y la demanda disminuía ante el endurecimiento de la política monetaria, todo ello preparando el terreno para una competencia de precios más dura.
«En realidad, cabría esperar una mayor presión competitiva para empezar a bajar esos costes», dijo el lunes la vicepresidenta de la Fed, Lael Brainard, en un evento organizado por Bloomberg. «Es un proceso que cabría esperar en este punto del ciclo. Desde luego, lo estoy observando de cerca. Y, por supuesto, eso contribuiría a la reducir la inflación».
«La Gran Recompresión de los Márgenes (…) está ahora claramente en marcha. Tiene mucho más recorrido», después de meses en los que las dificultades de la cadena de suministro dieron a las empresas un poder de fijación de precios inusual, escribió el lunes Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics, a la espera de los datos del martes que mostraron la disminución de las presiones de los costes al por mayor.
(Reporte de Howard Schneider; edición de Dan Burns y Andrea Ricci; editado en español por Darío Fernández)