Los hogares en situación de pobreza energética severa se elevaron al 6,9 % el pasado año Por EFE
10.12.2024 14:14
Bilbao, 10 dic (.).- El 6,9 % de los hogares españoles se encontraban en situación de pobreza energética severa durante 2023, cifra que supone un incremento de tres décimas con respecto al ejercicio anterior.
Por contra, la factura energética promedio de los hogares se redujo un 9,8 %, situándose en 2.538 euros, aunque todavía un 5,4 % por encima de los niveles de 2019.
Los datos se encuentran recogidos en el informe presentado por el Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA) y el Basque Centre for Climate Change sobre ‘Transición energética justa en España’, dado a conocer este martes.
El estudio se enfoca en la evolución de las facturas energéticas y la pobreza energética en los hogares, así como en el crecimiento del empleo verde.
Según el indicador LIHC (Low Income High Cost), el 6,9 % de los hogares españoles se encontraban en situación de pobreza energética severa en 2023, cifra que supone un ligero incremento con respecto al 6,6 % de 2022.
Pese al descenso en los precios de la energía y el crecimiento del empleo, algunos hogares vulnerables no experimentan mejoras «significativas». Además, se observa que este indicador ha venido aumentando desde 2019, por lo que la pobreza energética ha pasado de afectar a 1,1 millones de personas en 2019 a 1,3 millones en 2023.
Los hogares encabezados por mujeres y los rurales siguen padeciendo mayores tasas de pobreza energética. Tienen una carga energética mayor, especialmente en términos de calefacción y carburantes, debido a viviendas menos eficientes y mayor dependencia del transporte privado.
Por contra, la factura energética promedio de los hogares se redujo un 9,8 % respecto al año anterior, situándose en 2.538 euros, aunque todavía un 5,4 % por encima de los niveles de 2019.
La caída de los precios de los carburantes y la electricidad, junto con la continuidad de las medidas sociales implementadas durante la crisis energética, serían factores principales de esta disminución.
Aunque la carga energética media se redujo del 8,6 al 7,8 % del gasto total, las familias más vulnerables «continúan enfrentando una mayor carga». En el caso de los hogares por debajo del umbral de pobreza, ésta se sitúa en el 9,3 %.
También se reduce la pobreza energética en el transporte, pasando del 3,4 % de los hogares al 2,6 %, gracias a la bajada de los carburantes y las ayudas al transporte público.
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