Los portugueses temen que las elecciones anticipadas de marzo no resuelvan la crisis política
10.11.2023 15:19
© Reuters. Una mujer pasa junto a un quiosco de periódicos, un día después de que el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, anunciara su decisión de disolver el Parlamento y convocar elecciones generales anticipadas, en Lisboa, Portugal. 10 de noviembr
Por Catarina Demony y Miguel Pereira
LISBOA, 10 nov (Reuters) – Portugal acudirá a las urnas en marzo tras la abrupta dimisión del primer ministro en medio de una investigación por corrupción, pero votantes y analistas temen una inestabilidad política prolongada a medida que empeoran las perspectivas económicas.
António Costa dimitió el martes a raíz de una investigación sobre supuestas irregularidades en la gestión de proyectos de energía verde por parte de su Gobierno, lo que obligó al presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, a convocar elecciones anticipadas para el 10 de marzo. Costa niega haber actuado mal.
Las encuestas de opinión son escasas, pero un sondeo realizado por Aximage hace dos semanas, antes de la crisis política, mostraba al Partido Socialista (PS) de Costa con un 28,6% de apoyo de los votantes y a los socialdemócratas (PSD), de la oposición de centroderecha, con un 24,9%.
André Azevedo Alves, profesor de Ciencia Política en la Universidad Católica Portuguesa y en la Universidad St Mary’s de Londres, dijo que la investigación sobre corrupción era un «golpe muy fuerte» para cualquier ambición del PS. Costa lleva en el poder desde 2015.
Analistas coinciden en que es probable que el PSD salga vencedor, pero dudan de su capacidad para conseguir el apoyo suficiente para formar un Gobierno estable.
André Ventura, el líder populista del ultraderechista Chega, tercera fuerza en el Parlamento, podría convertirse en la pieza clave para el PSD si este no logra una mayoría, pero el líder de los socialdemócratas, Luis Montenegro, ha descartado hasta ahora cualquier alianza de este tipo.
«Asumiendo la probabilidad de que el PSD no tenga (suficientes) votos para formar Gobierno sin Chega, (…) podemos pasar de una crisis política a otra», dijo Alves.
Ana Bernardino, de 23 años, se hizo eco de estas preocupaciones mientras esperaba un autobús en el centro de Lisboa.
«Es una crisis política y, en mi opinión, es un poco frustrante que se vuelvan a celebrar elecciones. (…) Me da un poco de miedo» el panorama político, dijo.
Otra lisboeta, Maria Inês Ferreira, añadió: «Parece que el país va a la deriva».
Desde que llegó al poder tras la crisis de la deuda y el rescate internacional, Costa ha presidido un periodo de crecimiento económico y finanzas públicas saneadas, pero su Gobierno ha sido criticado por no hacer lo suficiente para contener el aumento del coste de la vida en Portugal y en toda Europa.
«(El poder) va de partido en partido, de ministro en ministro, pero si nos fijamos bien, los problemas son siempre los mismos», dijo Ferreira. «Somos nosotros los que pagamos la factura».
(Reporte de Catarina Demony y Miguel Pereira; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)