Los ucranianos resisten el asalto a una ciudad del este en el centésimo día de guerra
03.06.2022 18:40
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Una niña es vista a través de un agujero en la cocina de un apartamento destruido por los ataques de Rusia en Irpin, en las afueras de Kiev, Ucrania. 2 de junio, 2022. REUTERS/Edgar Su
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SEVERODONETSK, Ucrania, 3 jun (Reuters) – Las fuerzas rusas avanzaron en la ruinosa ciudad industrial de Severodonetsk, en el oriente de Ucrania, pero las tropas locales seguían resistiendo el viernes, cuando la invasión rusa cumplía su centésimo día.
El ministro de Defensa ucraniano dijo que sus tropas ya se estaban entrenando en Europa para manejar los nuevos y avanzados sistemas de misiles prometidos esta semana por Estados Unidos y Gran Bretaña, que Kiev espera que ayuden a inclinar la batalla a su favor en las próximas semanas.
Una guerra que los países occidentales creen que Rusia planeaba ganar en cuestión de horas ha durado más de tres meses, con Moscú expulsado de la capital pero emprendiendo un nuevo y enorme asalto en el este.
Reuters llegó a Severodonetsk el jueves y pudo comprobar que los ucranianos seguían conservando parte de la ciudad. Las tropas conducían a gran velocidad por carreteras llenas de vehículos blindados destrozados. Un soldado estaba sentado en un asiento trasero, con la cara manchada de sangre por las heridas.
En otro lugar de la ciudad, las tropas ucranianas, incluidos voluntarios extranjeros, descargaban armas de un camión.
«Vamos a hacer retroceder a los rusos. Nos llevará un día, un mes o un año, no importa. Estamos en el lado correcto de la historia», dijo Zurab Kakalidze, un georgiano que se describió a sí mismo como «sólo un chico de 22 años».
«Así que vamos a asegurarnos de que todos nosotros: vamos a volver a casa con nuestras familias. Y vamos a asegurarnos de que los ocupantes no hagan lo mismo».
En las últimas semanas, Rusia ha volcado sus fuerzas en la batalla por Severodonetsk, una pequeña ciudad fabril en el este, que Rusia debe capturar para lograr su objetivo declarado de mantener toda la provincia de Luhansk.
Ambas partes han sufrido pérdidas importantes en una batalla calle a calle que podría llevar el conflicto en una trayectoria hacia una larga guerra de desgaste.
«Lamento decir que el Ejército ruso ha conseguido adentrarse en la ciudad (…) controlan la mayor parte de la ciudad», dijo el gobernador regional ucraniano Serhiy Gaidai en declaraciones televisadas durante la noche.
Gaidai dijo que aproximadamente una quinta parte de la ciudad era ahora una «zona gris» disputada. Los combatientes ucranianos estaban resistiendo, todavía podían desalojar a los rusos de algunas calles y habían capturado a seis prisioneros rusos el día anterior.
«Así que yo diría a los escépticos que no den por perdida Severodonetsk. Es demasiado pronto para hacerlo. La ciudad está resistiendo», añadió.
El ministro de Defensa, Oleskiy Reznikov, también dijo que las fuerzas ucranianas tuvieron cierto éxito en Severodonetsk durante la noche, pero agregó que era demasiado pronto para dar detalles.
En una conferencia de seguridad celebrada en Bratislava, Reznikov dijo que las tripulaciones de artillería ucranianas ya se estaban entrenando en Europa para utilizar los nuevos sistemas de cohetes HIMARS y MLRS prometidos a principios de esta semana por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Washington había dicho esta semana que esperaba que fueran necesarias unas tres semanas de entrenamiento antes de que Ucrania pueda empezar a usar los cohetes, con los que podrían golpear las líneas de suministro de la retaguardia rusa y ayudar a anular la ventaja del poder de fuego de la artillería rusa en el frente.
Al preguntársele cuándo podrá Ucrania revertir los avances rusos y expulsar a las fuerzas rusas del este de Ucrania, Reznikov dijo: «He olvidado mis cartas del tarot en casa (…) No puedo pronosticar con seguridad en qué mes los expulsaremos. Pero espero que sea un plan absolutamente realista hacerlo este año».
AVANCE LENTO Y CONSTANTE
A pesar de haber sido expulsada del norte de Ucrania en marzo tras un asalto fallido a la capital, Rusia sigue controlando alrededor de una quinta parte de Ucrania: una mitad la había tomado en 2014 y la otra desde que lanzó su invasión el 24 de febrero.
El enorme ataque ruso en el este en las últimas semanas ha sido una de las fases más mortíferas de la guerra para ambos bandos. Moscú ha avanzado lenta pero constantemente, empujando a las fuerzas ucranianas dentro de un cerco en las provincias de Luhansk y Donetsk, pero hasta ahora no ha logrado rodearlas.
Kiev, por su parte, espera que el avance ruso deje a las fuerzas de Moscú tan mermadas que Ucrania pueda lanzar contraofensivas y recuperar el territorio en los próximos meses.
El presidente Volodímir Zelenski dijo en un discurso nocturno que Kiev esperaba más «buenas noticias» sobre las armas extranjeras, tras el último paquete de 700 millones de dólares de Estados Unidos para Ucrania, que incluirá sistemas de cohetes con un alcance de hasta 80 kilómetros.
El gobierno del presidente Joe Biden afirma que Ucrania se ha comprometido a no usar los cohetes para atacar objetivos en Rusia. Moscú, que califica su invasión de «operación militar especial» para desarmar y «desnazificar» a Ucrania, dice que las armas occidentales echarán «leña al fuego».
HAMBRUNA E INESTABILIDAD
La guerra ha tenido un impacto devastador en la economía mundial, especialmente para los países pobres que importan alimentos. Ucrania es una de las principales fuentes de grano y aceite de cocina del mundo, suministros que se han visto interrumpidos por el cierre de sus puertos en el Mar Negro.
«Si no se abren esos puertos, habrá hambrunas, inestabilidad y migraciones masivas en todo el mundo», dijo en Ginebra el coordinador de crisis de la ONU, Amin Awad, quien afirmó que la escasez de grano podría afectar a 1.400 millones de personas.
Kiev y sus aliados culpan a Moscú de bloquear los puertos del Mar Negro, que Ucrania ha minado para evitar un asalto anfibio ruso. Moscú dice que la culpa es de las sanciones occidentales.
Turquía, miembro de la OTAN que mantiene buenas relaciones con ambas partes y controla los estrechos que desembocan en el Mar Negro, se ha ofrecido a intentar facilitar la reapertura de los puertos ucranianos.
Un alto funcionario turco dijo a Reuters que Ankara espera que se produzcan avances en la consecución de un acuerdo cuando el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia visite Turquía la próxima semana.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin se reunió con el jefe de la Unión Africana, el presidente senegalés Macky Sall. El Kremlin dijo que Putin explicaría por qué Moscú no tiene la culpa de la crisis alimentaria, y que «nadie del lado ruso está bloqueando los puertos».
El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán dijo que el «riesgo de hambruna en algunas partes del mundo» era «una consecuencia de la guerra de agresión rusa y no de las sanciones occidentales».
(Reporte de periodista de Reuters en Severodonetsk, Natalia Zinets, Pavel Polityuk y Conor Humphries en Kiev, y de oficinas de Reuters; Editado en español por Javier López de Lérida)