Los vigilantes de bonos en acción
24.06.2022 12:19
Cuando uno observa las desalentadoras estadísticas sobre riesgo y beneficio para este año, lo que se refiere a los mercados de renta fija es para frotarse los ojos: un índice de deuda pública ampliamente invertido en EE. UU. ha perdido en lo que va de año alrededor del 10%, y su equivalente en la Eurozona ha perdido aproximadamente un 14%. También la volatilidad de los mercados de deuda estadounidense ha experimentado niveles históricamente elevados. ¿Mostrará la renta fija en el futuro oscilaciones similares a las de la renta variable? Es difícil que lo haga de manera sostenible.
Sin embargo, los inversores en bonos también están experimentando un punto de inflexión. La era de 30 años de continuos máximos y mínimos en la trayectoria de los ciclos de los tipos de interés en EE.UU. parece estar llegando a su fin, al igual que las tendencias estructurales que contrarrestan la alta inflación, como la globalización y el aumento constante de la población activa mundial en las últimas décadas.
Resulta especialmente llamativo que en las últimas semanas se haya dado un cambio en la interacción entre los mercados de deuda y los bancos centrales. Sorprendidos por las comunicaciones de los bancos centrales en lo que va de año, con un tono cada vez más duro, los inversores en renta fija tienen desde hace unas semanas las reglas del mercado cada vez más en sus propias manos. Los “vigilantes de bonos” (comúnmente llamados en inglés “bond vigilantes”) aprovechan la oportunidad que suponen las continuas sorpresas al alza en las tasas de inflación, e incorporan más subidas de tipos a las rentabilidades de la deuda de las que cabría esperar atendiendo a la forward guidance de los bancos centrales. Con ello, los bancos centrales se ven cada vez más presionados para reaccionar de manera más rápida y contundente ante las elevadas tasas de inflación.
Esto se pudo ver de una manera especialmente clara antes de la subida de tipos de la Reserva Federal de las últimas semanas. El banco central estadounidense había anunciado una subida de tipos de 50 puntos básicos, pero finalmente el presidente de la Fed, Jerome Powell, subió los tipos 75 puntos básicos tras la fuerte reacción en los mercados de deuda a las cifras de inflación de mayo.
Dicho sea de paso, los inversores en renta fija no solo se preocupan de la estabilidad monetaria. Con respecto a los diferenciales o más elevados con una peor solvencia, pedirían también disciplina presupuestaria por parte de los países. Precisamente con las ampliaciones de diferenciales de deuda de países altamente endeudados como Italia, los mercados de deuda han alarmado recientemente al Banco Central Europeo. Este se vio obligado a convocar inmediatamente una reunión especial y poner en marcha un nuevo programa contra la denominada “fragmentación” de los mercados de renta fija de la Eurozona. Una acción muy controvertida.
Claves de la próxima semana
En este contexto, las previsiones de las cifras de inflación de junio para Alemania, Francia y la Eurozona son uno de los datos más importantes a tener en cuenta para la próxima semana. Parece poco probable que las presiones inflacionistas remitan paulatinamente, teniendo en cuenta que los precios de los combustibles han subido durante el mes de junio. La Comisión Europea también debería prestar atención a los indicadores de confianza de la Eurozona. En Estados Unidos, el consumidor está en primer plano: el informe de ingresos y gastos de mayo está en el punto de mira, tras unas ventas minoristas debilitadas, y a esto se sumará la confianza del consumidor que publique el Conference Board. Por otra parte, se publicarán datos sobre precios del mercado inmobiliario – unos precios que, a su vez, tienen efectos de retroalimentación sobre los precios de los alquileres y, con ello, sobre las tasas de inflación. Además, al final de la semana se publicarán los índices globales de gestores de compras para el sector manufacturero, y el informe Tankan japonés. En el ámbito político, a principios de semana tendrá lugar en Alemania la cumbre del G7.
Los mecanismos de autoprotección de los mercados de renta fija llevarán a los bancos centrales a continuar la tendencia de combatir la inflación de una manera más rápida y contundente. En el corto plazo, esto significa un entorno de mercado más desafiante, ya que las subidas rápidas de tipos de interés suelen acarrear rápidamente turbulencias sobre la coyuntura económica. Sin embargo, a largo plazo, podrían significar una cura más rápida al latigazo de la inflación.
Deseándoles que se cuiden y que disfruten del verano, se despide atentamente,
Stefan Rondorf
Claves de la próxima semana