Malas noticias para la Eurozona de nuevo este mes
27.09.2023 13:57
La actividad del sector privado de la eurozona disminuyó en septiembre, lo que indica que la economía de la región se está contrayendo este trimestre. Recientemente se publicó el índice de gestores de compras (PMI) de la zona euro, que es esencialmente un boletín de calificaciones que muestra la marcha de las empresas en Europa. La actividad en la zona se contrajo por cuarto mes consecutivo, cayendo por debajo de la marca de 50, que indica problemas reales. La actividad fue mala tanto en el sector manufacturero como en el de servicios, lo que indica que la demanda se tambalea en todos los ámbitos, ya que los precios siguen subiendo. Además, Alemania, que suele ser el caballo de batalla de la eurozona, y Francia fueron los que más lastraron la media.
La mayoría de los bancos centrales del mundo han suspendido temporalmente sus campañas de subidas de los tipos de interés, temerosos de que una estrategia demasiado agresiva pueda arrastrar a las economías a la recesión. Y cómo estos datos son un indicador preocupante para la economía europea, sugieren que el Banco Central Europeo podría tener que aplazar las subidas durante más tiempo o incluso recortar un poco los tipos. A principios de año, el banco central predijo que la economía de la región lograría crecer un minúsculo pero necesario 0,1% este trimestre, pero eso no es ninguna garantía. No es de extrañar, pues, que el mercado apueste ya por una bajada de tipos que favorezca la economía.
El Reino Unido no está incluido en esas estadísticas europeas, pero el dolor del país es el mismo. La versión británica de ese índice cayó ligeramente en septiembre con respecto al mes anterior, manteniéndose por debajo del temido 50. Además, las empresas del país se encuentran en una situación difícil, las cuáles están recortando puestos de trabajo al ritmo más rápido en más de una década. En conjunto, todo ello revela probablemente que las subidas de tipos de interés en el Reino Unido han empezado a roer la economía, y eso explica por qué el Banco de Inglaterra decidió mantener los tipos de interés estables en el 5,25% el pasado jueves.