Moderación de inflación no aplaca indignación de bálticos por elevado coste de alimentos
22.07.2023 13:05
Moderación de inflación no aplaca indignación de bálticos por elevado coste de alimentos
Juris Kaza
Riga, 22 jul (.).- La inflación en los países bálticos ofrece signos de moderación y cae por debajo de los dos dígitos que dominaban el año pasado, pero los precios de la alimentación, una partida básica del presupuesto de los hogares, permanecen elevados y causan ya las protestas de la población.
La tasa de inflación interanual de Letonia bajó al 7,9 % en junio y los precios subieron sólo un 9,2 % en Estonia y un 9 % en Lituania, de manera que continúa la tendencia a la baja de los últimos meses.
No obstante, los precios de los alimentos se mantuvieron en los dos dígitos y en Letonia subieron un 14,4 %, y el pan, símbolo de la comida diaria, se disparó incluso un 31,1 %.
En Estonia, «los precios de los alimentos dominaron en junio la cifra general de inflación al representar alrededor de la mitad de la subida de precios de la cesta de la compra», según el Banco de Estonia.
Los precios de la fruta y la verdura son los que más subieron durante el año, alrededor del 35 %, frente al aumento de algo más del 15 % de la carne y los productos lácteos, informó el banco central.
En Lituania, los precios de los alimentos también subieron un 14,4 %, aunque menos que el 21,9 % registrado en abril.
Las redes sociales y los medios locales presentan ejemplos de precios drásticamente más bajos para productos alimenticios idénticos en Alemania, Suecia o incluso en un país báltico vecino.
«El helado fabricado en Lituania es casi un euro más barato en Letonia», decía un titular reciente en el portal de la radiotelevisión pública lituana LRT.
En Letonia, hay llamamientos en las redes sociales a boicotear la cadena de supermercados Rimi, de capital sueco, que opera en los tres países bálticos y a la que acusan de manipular los precios.
El supuesto sobreprecio del 300 % de las grosellas rojas, bayas cultivadas localmente, pero mucho más baratas que las importaciones sudamericanas, podría ser una nueva leyenda urbana y se esta utilizando para dirigir la indignación contra la industria alimentaria.
En Lituania también hay escepticismo y enfado por los cambios en los precios de los alimentos.
«Los precios están bajando, ¿estás de broma? No he visto nada de eso, todo está caro», dijo un hombre citado por LRT.
El reportaje cita asimismo al servicio local de comparación de precios Pricer.lt, que afirma que los precios de los alimentos todavía tienen que empezar a bajar y mientras algunos productos parecen haberse abaratado, otros han seguido el camino inverso.
En tanto, a pesar de que los precios de los recursos energéticos y las materias primas han bajado en comparación con los meses más duros de inflación, casi el 90 % de los proveedores y transformadores no tienen prisa en reducir las tarifas.
«Continúan las peticiones de subir los precios, que los minoristas de alimentación no aceptan», citaban los medios a la Asociación de Minoristas de Alimentación de Letonia (LPTA).
La indignación de la opinión pública ha llevado incluso a sugerencias veladas en Letonia de que el gobierno debería actuar para frenar las subidas de los precios de los alimentos y los supuestos sobreprecios excesivos.
«Si se puede aplicar a un producto un sobreprecio del 300 % más el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y ser competitivo, eso significa que hay tan pocos actores y el mercado está tan dividido que es lógico y necesario algún tipo de intervención», opinó recientemente el ministro de Agricultura de Letonia, Didzis Smits.
Martins Abolins, economista del Banco Luminor de Letonia, declaró a EFE que los elevados precios de los alimentos en Letonia y la región son producto de una compleja red de factores, sin que haya un único culpable.
Aludió a la incertidumbre tanto por la pandemia de Covid-19 como por la invasión de Ucrania, especialmente en lo que respecta a la fluctuación de los precios y el suministro de energía, al señalar que los actores a lo largo de toda la cadena de suministro habían disparado los precios para compensar los costes acumulados.
Indicó que los costes de la energía el verano pasado causaron subidas de precios producto del pánico, y que con la posterior reducción de los costes mejoraron los márgenes de beneficio.
«Todas las empresas quieren beneficios y cuando aparecen no se apresuran en reducir los márgenes.», dijo, y advirtió de que el descenso de los precios de los alimentos se producirá lentamente en Letonia y la región.
Al mismo tiempo declaró que las campañas en las redes sociales «deberían llegar a la agenda de Rimi y otros consejos de administración de tiendas de alimentación» para aumentar la presión en sus decisiones relativas a los precios.