Morgan Stanley: Ojo a estos datos críticos que podríamos estar ignorando
27.07.2022 14:47
Investing.com – A principios de julio, algunos inversores creían que la inflación estaba llegando a sus máximos. Además, algunos analistas apuntaban a que la Reserva Federal estadounidense (Fed) podría revertir su agresivo ajuste monetario y se valoraba un posible recorte de tipos en 2023 y las acciones se recuperaron en medio de un estado de ánimo relativamente positivo.
Pero, según explica Lisa Shalett, directora de Inversiones de Weath Management de Morgan Stanley (NYSE:MS), todo esto cambió la semana pasada. “El dato de IPC de junio en EE.UU. mostró una inflación todavía abrasadora, con un aumento interanual del 9,1%. Las cifras estimularon la volatilidad tanto en los mercados de bonos como de divisas y renovaron la preocupación por subidas de tipos y recesiones aún más agresivas”, apunta esta experta.
“Los futuros ahora indican posibles recortes de tipos de hasta 90 puntos básicos para 2025, lo que sugiere que la economía de EE.UU. puede tener dificultades para hacer frente al aumento de las tasas y que la Fed podría eventualmente verse obligada a recortarlas nuevamente”, sentencia Shalett.
Según explica la analista de Morgan Stanley, las acciones se han mantenido relativamente estables, continúan moviéndose dentro de su rango de 3 meses y su índice de volatilidad se mantiene justo por encima de su promedio de 5 años. Además, las expectativas de ganancias corporativas siguen siendo sólidas, con una tasa de crecimiento interanual del 10%.
Así, los inversores en el mercado estadounidense parecen estar confiando plenamente en la idea de que, con los precios altos, las empresas podrán trasladar sus crecientes costes a los consumidores para proteger los márgenes.
Beneficios ‘vs’ inflación
Pero, según Shalett, este escenario parece poco probable. “Históricamente, notables caídas en las ganancias corporativas acompañan a la inflación en estos niveles. Por ejemplo, entre marzo de 1980 y junio de 1982, cuando la inflación cayó de casi el 15% a alrededor del 7% en medio de drásticas subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, los beneficios se contrajeron un 23% y el índice S&P 500 sufrió un mercado bajista con un máximo a mínimo. reducción de casi el 40%”, explica.
Así, la experta advierte que el poder de fijación de precios de las empresas puede no ser suficiente para compensar o superar los aumentos de costes, sobre todo teniendo en cuenta que los precios mayoristas están creciendo más rápido que los precios al consumidor. “El índice de precios al productor (IPP), un indicador de los costos corporativos, aumentó un asombroso 11,3% respecto al año anterior en junio, superando los precios al consumidor en más de 2 puntos porcentuales, lo que no es una receta para márgenes de ganancias sostenidos”.
Competitividad
“Agregue a esto el potencial de que los precios altos continuos podrían comenzar a erosionar el consumo. Y dado que la inflación ayuda a mantener fuerte el dólar estadounidense, las ganancias de las empresas multinacionales pueden enfrentar vientos en contra, mientras que la competitividad general de los EE.UU. a nivel mundial podría debilitarse”, continúa la analista.
“En última instancia, dada la dinámica de la recuperación en forma de V, una recesión de beneficios (o un cambio negativo año tras año en el crecimiento de los beneficios) parece inevitable. Si bien la fuerte inversión de capital y las sólidas ganancias de productividad pueden estar cerca, todavía no hemos llegado a ese punto”, concluye Shalett.
Conclusión
Ante este escenario, la recomendación de Shalett a los inversores es que permanezcan alerta y a la defensiva, observen los resultados de ganancias corporativas y la orientación a futuro, y busquen desplegar el exceso de efectivo en bonos del Tesoro, bonos municipales y bonos de grado de inversión, junto con acciones internacionales.