Nuevo ultimátum en Mariúpol mientras Occidente promete más armas a Ucrania
20.04.2022 09:39
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Un trabajador de emergencias en las ruinas de un edificio residencial destruído durante la invasión rusa de Ucrania en Mariúpol, Ucrania, el 19 de abril de 2022. REUTERS/Alexander Ermochenko
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Por Pavel Polityuk y James Mackenzie
KIEV/JÁRKOV, 20 abr (Reuters) – Rusia dio a los combatientes ucranianos que aún resisten en Mariúpol un nuevo ultimátum para que se rindan el miércoles, en su afán por lograr una victoria decisiva en su nueva ofensiva en el este de Ucrania, mientras Occidente prometía más ayuda militar a Kiev.
Miles de tropas rusas respaldadas por la artillería y lanzamientos de misiles avanzaban en lo que las autoridades ucranianas han llamado la «batalla del Dombás».
La invasión rusa, de casi ocho semanas de duración, no ha logrado capturar ninguna de las ciudades más grandes de Ucrania, lo que ha obligado a Moscú a volver a centrarse en las regiones separatistas del este y sus alrededores.
Sin embargo, el mayor ataque a un Estado europeo desde 1945 ha forzado a casi 5 millones de personas a huir al extranjero y ha reducido numerosas ciudades a escombros.
Rusia está atacando con bombas de fragmentación la planta siderúrgica de Azovstal, el principal bastión ucraniano que queda en Mariúpol, dijo un asesor presidencial ucraniano a última hora del martes. Reuters no pudo verificar los detalles.
«El mundo observa el asesinato de niños por internet y permanece en silencio», escribió el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak en la red social Twitter (NYSE:TWTR).
Rusia lleva semanas intentando hacerse con el control total de Mariúpol. Su captura sería un enorme triunfo estratégico, ya que uniría el territorio en manos de los separatistas prorrusos en el este de Ucrania con la región de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
Después de que expirara un ultimátum anterior para la rendición y a medida que se acercaba la medianoche, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que ni un solo soldado ucraniano había depuesto las armas y renovó la propuesta.
Los comandantes ucranianos han prometido no rendirse. El Estado Mayor ucraniano dijo a primera hora del miércoles que se están produciendo combates en la planta siderúrgica mientras las fuerzas rusas intentaban una ofensiva cerca de la ciudad nororiental de Járkov.
La inteligencia militar británica dijo que los combates en la región del Dombás se están intensificando, a medida que las fuerzas rusas intentan atravesar las líneas ucranianas e interrumpir sus refuerzos.
Rusia dice que lanzó su «operación militar especial» —según la denominación del Kremlin— el 24 de febrero para desmilitarizar y «desnazificar» Ucrania. Kiev y sus aliados occidentales lo rechazan como un falso pretexto.
Estados Unidos y sus aliados han respondido con amplias sanciones a Rusia y apoyo a Ucrania.
El Gobierno de EEUU dijo que se están preparando nuevas sanciones, y se espera que el presidente estadounidense, Joe Biden, anuncie en los próximos días un nuevo paquete de ayuda militar del mismo tamaño que el de la semana pasada, de 800 millones de dólares, según dijeron varias fuentes a Reuters.
Estados Unidos, Canadá y Reino Unido dijeron que enviarán más armamento de artillería a Ucrania, mientras que Noruega dijo que ha enviado al país 100 misiles antiaéreos Mistral.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una pausa humanitaria de cuatro días en los combates este próximo fin de semana, cuando los cristianos ortodoxos celebran la Pascua, para permitir la huida de los civiles y la entrega de ayuda humanitaria.
«OTRA ETAPA»
Ucrania dijo que el nuevo asalto se había traducido en la captura de Kreminna, un centro administrativo de 18.000 personas en Luhansk, una de las dos provincias de Dombás.
En marzo, las fuerzas ucranianas hicieron retroceder el asalto a Kiev en el norte, y Rusia ha enviado tropas al este para la ofensiva en el Dombás, en lo que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confirmó como el comienzo de «otra etapa de esta operación».
También ha realizado ataques a larga distancia contra otros objetivos, como la capital y la ciudad nororiental de Járkov, donde al menos cuatro personas murieron a causa de los misiles, según las autoridades el martes.
En una calle de la periferia de la ciudad, el cuerpo de un anciano yacía boca abajo cerca de un parque, con un reguero de sangre que fluía hasta la cuneta.
«Trabajaba en seguridad no muy lejos de aquí», dijo a Reuters un residente llamado Maksym. «El bombardeo comenzó y todo el mundo huyó. Entonces vinimos aquí, el viejo ya estaba muerto».
Las autoridades ucranianas en Donetsk dijeron que tres civiles habían muerto y seis habían resultado heridos en las últimas 24 horas.
Los bombardeos de la noche en el centro de Avdiivka han dejado parte de la ciudad sin electricidad, dijo la administración regional en un comunicado.
MARIÚPOL
En Mariúpol, escenario de los combates más intensos de la guerra y de la peor catástrofe humanitaria, unos 120 civiles que vivían junto a la planta siderúrgica de Azovstal salieron a través de corredores humanitarios, informó el martes la agencia de noticias Interfax, citando a la televisión estatal rusa.
Una grabación de un dron captada el martes muestra a personas comprando alimentos y otros artículos de primera necesidad en un mercado improvisado, así como cargando sus teléfonos móviles en un generador.
Un corresponsal de Reuters dijo que los precios en el mercado son extremadamente altos en comparación con lo que la gente se pagarían normalmente.
Mariúpol ha estado asediada desde los primeros días de la guerra. Decenas de miles de personas han quedado atrapadas y Ucrania cree que más de 20.000 civiles han muerto en la ciudad.
«El ejército ruso pasará para siempre a la historia mundial como quizá el ejército más bárbaro e inhumano del mundo», dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
«Matar deliberadamente a civiles, destruir barrios residenciales e infraestructuras civiles y utilizar todo tipo de armas, incluidas las prohibidas por las convenciones internacionales», añadió en un discurso en vídeo.
Rusia ha negado haber utilizado armas prohibidas o haber atacado a civiles en su invasión de Ucrania y afirma, sin pruebas, que los indicios de atrocidades fueron manipulados.
Un vídeo difundido por el batallón ucraniano Azov muestra a personas que viven en la red subterránea bajo la extensa planta siderúrgica de Mariúpol, donde dicen que cientos de mujeres, niños y ancianos se refugian con suministros cada vez más escasos.
«Hemos perdido nuestro hogar, hemos perdido nuestro medio de vida. Queremos llevar una vida normal y pacífica. Queremos salir de aquí», dice una mujer no identificada en el vídeo.
«Hay muchos niños aquí, tienen hambre. Sáquennos de aquí, se lo rogamos. Ya hemos llorado todas las lágrimas que teníamos. No podemos llorar más», añade.
Reuters no pudo verificar de forma independiente dónde o cuándo se grabó el vídeo.
(Reporte de periodistas de Reuters; redacción de Costas Pitas, Robert Birsel y Lincoln Feast; edición de Himani Sarkar; traducido por José Muñoz y Darío Fernández)
