Olaf Scholz deja flecos pendientes en su acuerdo para los presupuestos 2025 Por EFE
05.07.2024 18:09
Salvador Martínez Mas
Berlín, 5 jul (EFE).- El canciller alemán Olaf Scholz presentó en rueda de prensa como un éxito este viernes el acuerdo presupuestario alcanzado junto al ministro de Economía, Robert Habeck, y el titular de Finanzas, Christian Lindner, pero los líderes del tripartito que compone el Ejecutivo alemán aún tienen mucho que negociar para sacar adelante las cuentas del próximo año.
«Con este presupuesto creamos seguridad y estabilidad», dijo Scholz en la presentación del acuerdo de presupuestos tras una noche de negociaciones con Habeck y Lindner, en lo que el canciller presentaba como el último paso de unos debates de la coalición gubernamental que los propios participantes llegaron a calificar de «dolorosas».
Meses han durado las negociaciones entre la formación de Scholz, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), con Los Verdes y los liberales del FDP.
Según dijo a EFE Andrea Römmele, politóloga profesora de la prestigiosa Hertie School of Governance de Berlín, «la coalición ha perdido mucho aliento, pero la tarea que tenían era presentar un presupuesto y eso lo han hecho».
Para ella, el acuerdo presupuestario de hoy plantea unas cuentas «en las que cada una de las partes de la coalición se puede ver reflejada, pero en las que queda una pregunta pendiente y es cómo se va a poder financiar».
«En realidad, la coalición debía limitar el gasto, pero en la rueda de prensa de este viernes no quedó claro dónde se harán los recortes, por eso habrá que seguir esperando dos semanas para ver, como suele decirse, que el diablo está en los detalles», según Römmele.
Según lo presentado este viernes por Scholz, Habeck y Lindner, para 2025, el volumen presupuestario será de 481.000 millones de euros, de los cuales 57.000 millones corresponden a inversiones, lo que supone, según el canciller, «un nuevo aumento significativo sobre un nivel ya récord», mientras el endeudamiento neto en el marco del freno de la deuda será de 44.000 millones.
A las 57.000 millones de euros de inversiones hay que añadir gastos del Fondo para el Clima y la Transformación y subvenciones para reducir el precio de la electricidad por un total de unos 40.000 millones, con lo cual el total disponible para gasto en inversión asciende a unos 100.000 millones, según las cuentas gubernamentales.
Con el freno, sin aumento de impuestos y pocos recortes
Todo ello está previsto se logre cumpliendo con el freno de la deuda, mecanismo constitucional introducido en 2009 que impone límites de endeudamiento más rígidos que los exigidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo.
Además, no habrá subidas de impuestos, pues Lindner destacó incluso que habrá medidas que se traducirán en un alivio fiscal para los contribuyentes de 23.000 millones de euros en 2025 y 2026.
De ahí que a observadores como Römmele las cuentas presentadas por Scholz este viernes dejen dudas por resolver y trabajo pendiente para los integrantes de la coalición gubernamental.
«Vemos que se harán recortes en que, por ejemplo, el ministro de Defensa quería 6.500 millones de euros suplementarios y sólo se le dará del orden de 1.000 millones, pero en las cuentas presentadas este viernes no vemos dónde tendrán que hacerse los recortes», explicó Römmele.
Un presupuesto necesario antes de que vote el este
«Hay todavía mucho que negociar y tendrán que hacerlo hasta el 17 de julio, antes del parón del verano, y es importante para la coalición que así sea porque en septiembre hay elecciones en el este alemán y antes de esos comicios debería de estar listo el presupuesto, eso sería un argumento para votar a los partidos del Gobierno», agregó la profesora de la Hertie School of Governance.
Aludió Römmele a las elecciones que celebran, por un lado, el 1 de septiembre los estados federados de Sajonia y Turingia, y, por otro lado, el 22 de septiembre el estado federado de Brandeburgo.
En estas regiones, según las encuestas de intención de voto, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) parte como favorita.
Por contra, los partidos de la coalición son particularmente débiles, pues las encuestas los ven con menos del 10 % de los voto; a excepción del SPD del canciller en Brandeburgo, al que se atribuye un 19 % con el que aspira allí a ser segunda fuerza.