¿Por qué es tan importante la gestión de riesgo?
05.11.2022 00:04
¿Por qué es tan importante la gestión de riesgo?
Lamentablemente, muchos asocian el concepto de riesgo con el pesimismo. El término “riesgo” es interpretado por muchos en su sentido peyorativo. Se vincula el concepto con el miedo. Lo “riesgoso” es lo inseguro. Lo “riesgoso” es lo dudoso. Lo riesgoso, en el fondo, es una especie de engaño. Entonces, decir que es un “activo de riesgo” es prácticamente una blasfemia. La etiqueta se entiende como un ataque. Y, cuando hay ataque, debe haber una defensa. “El único riesgo es tener dólares”. “El verdadero riesgo es no tener Bitcoin”. Estas frases nos revelan el gran malentendido en torno al riesgo.
Todo pronóstico racional se basa en las probabilidades. Entonces, lo prudente es pensar en probabilidades. En consecuencia, lo imprudente en pensar absolutos. O sea, no hay certezas. Eso implica que no todo sucede acorde al plan. No somos infalibles. En muchos casos, nuestros pronósticos fallan. Pero, por lo general, no fallan por incompetencia. Fallan, porque a la par de lo probable también existe lo improbable. Es decir, lo excepcional también sucede. Hay días soleados. Pero también hay días lluviosos. Lo que predomina es el sol. Pero esto no quiere decir que nunca tendríamos un día de lluvia. Por ende, es conveniente prepararse para lo excepcional. Es decir, tenemos un plan A. Pero también hay que tener un Plan B en caso de que Plan A falle. No es pesimismo. Es gestión.
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Una gestión del riesgo se diseña para reducir la incertidumbre de este mundo aleatorio y para minimizar las posibles pérdidas causadas por los eventos improbables. ¿Por qué tenemos un seguro de salud? La salud es nuestro Plan A por defecto. Nadie quiere tener un problema de salud. De hecho, podemos pasar muchos años en perfecta salud. Sin embargo, el riesgo de perder esa salud existe. Y ese riesgo lo podemos calcular en valor monetario. Entonces, se recurre a una aseguradora por protección. El asegurado no compra un seguro, porque quiere tener problemas de salud. El asegurado compra un seguro para cubrir ese riesgo. Con esta cobertura, reduce la incertidumbre y minimiza posibles pérdidas. En este caso, el riesgo se está gestionando.
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