PSOE y Podemos negociarán el impuesto energético a la espera de que se sumen PNV y Junts Por EFE
18.12.2024 09:37
Madrid, 18 dic (.).- Podemos ha admitido este miércoles que la mesa de partidos para diseñar el impuesto a las grandes energéticas «no tiene razón de ser» si no participan PNV y Junts, por lo que, hasta que estas dos formaciones decidan acudir, negociará de manera bilateral con el PSOE.
Después de que el Gobierno desconvocara la reunión prevista para este miércoles, fuentes de Podemos han defendido que acudirán a todas las reuniones que sean útiles a su objetivo de lograr un impuesto permanente a las energéticas, pero que a esta solo iban a asistir los partidos que están de acuerdo.
En cambio, PNV y Junts -que se oponen al impuesto pero cuyos votos son necesarios para sacarlo adelante- iban a ausentarse de nuevo, como ya hicieron la pasada semana.
«Es necesario que los representantes de las energéticas en el Congreso de los Diputados, Junts y PNV, asistan a la reunión para avanzar en la negociación», ha subrayado Podemos, al tiempo que ha recordado que el PSOE comprometió la asistencia de todos los socios a cambio del apoyo de los morados al paquete fiscal.
La continuidad del gravamen extraordinario sobre las grandes energéticas fue el gran escollo de la negociación del paquete fiscal: el Gobierno pactó inicialmente con el PNV y Junts dejarlo caer a final de año, pero después acordó con ERC, Bildu y BNG prorrogarlo un año y con Podemos, negociar su conversión en un impuesto permanente.
La primera reunión de esta negociación se celebró la pasada semana, pero la ausencia del PNV y Junts impidió alcanzar un acuerdo con garantías de resultar aprobado después en el Congreso. El segundo encuentro estaba previsto para este miércoles, pero se ha desconvocado.
A falta de un acuerdo sobre el futuro impuesto, el plan a corto plazo consistiría en prorrogar un año más el gravamen temporal a través de un decreto ley que se aprobaría antes de final de año -esto fue lo que el Gobierno pactó con Podemos-, pero en este momento parece improbable que lograse el aval del Congreso, ya que no cuenta con los apoyos del PNV ni Junts.