¿Qué haría falta para convencer a la Fed de que suspenda las subidas de tasas?
08.12.2022 19:11
La parece estar dando un vuelco y los mercados empiezan a considerar la posibilidad de que la política monetaria agresiva de la Reserva Federal empiece pronto a suavizarse. Pero la cuestión crítica de la rapidez con la que se suaviza la presión inflacionista deja algo más que una cantidad trivial de incertidumbre sobre la que reflexionar.
En el mejor de los casos, la presión sobre los precios retrocederá bruscamente desde los máximos recientes. Nadie puede descartar esa posibilidad, pero aún es prematuro suponer que los próximos informes de inflación reflejarán un fuerte retroceso.
Para que nos hagamos una idea, la inflación al consumo en EE.UU. sigue estando muy por encima del objetivo del 2% interanual fijado por la Reserva Federal hasta octubre. Aunque la tendencia ha retrocedido modestamente, la inflación -la medida preferida de la Reserva Federal para medir la presión sobre los precios- aún se mantiene en torno al 5%.
El principal misterio: ¿Qué haría falta para convencer a la Reserva Federal de que suspenda las subidas de tasas? La siguiente pregunta: ¿Qué grado de «buenas» noticias sobre la inflación se necesita para provocar un recorte de tasas? No faltan especulaciones y modelos, pero la conclusión es que el camino a seguir sigue siendo muy incierto. En algún momento cesarán las subidas de tasas. Pero el elefante en la habitación debería mantener humildes a los inversionistas: la credibilidad de la Reserva Federal está en juego hasta un punto nunca visto a finales de los años setenta y ochenta.
En la anterior amenaza a la credibilidad del banco central, el desafío se superó y la reputación de la Fed salió intacta y reforzada. Paul Volcker, en resumen, le rompió la espalda a la inflación. La Reserva Federal necesita repetir la hazaña y probablemente hará lo que sea necesario para garantizar ese resultado. Seamos claros: nada menos que una clara victoria sobre la inflación es el plan de juego. Si la Fed quiere salir de este desafío con su reputación intacta, sabe que no puede conformarse con medidas a medias que dejen a los mercados debatiendo sobre si la inflación ha sido realmente domada. Dada la contundente eficacia y los retrasos de la política monetaria, eso implica pecar de prudente y endurecer más de lo necesario, quizá mucho más.
¿Qué podría indicar la señal de «todo despejado» para la Reserva Federal? Una inflación subyacente del IPC que se mantenga por debajo del 4% durante varios meses es una estimación aproximada. ¿Cuándo llegarán esas cifras? Nadie lo sabe, ni siquiera la Reserva Federal. Para orientarnos, podemos utilizar las previsiones de la Reserva Federal: en septiembre, el banco central pronosticó que el IPC subyacente será del 4.5% en 2022 y caerá al 3.1% el año que viene y al 2.3% en 2024. Utilicémoslo como el mejor escenario posible. Plausible, pero aún abierto al debate.
El próximo gran informe sobre la inflación llegará la semana que viene, con la publicación de los precios al consumo de noviembre (13 de diciembre). El dato clave: el IPC subyacente, que siguió subiendo a un nivel superior al 6% en octubre respecto al año anterior.
Mientras tanto, los futuros de los fondos de la Reserva Federal siguen valorando en un 77% la probabilidad de que se produzca un cambio a la baja en las subidas de tasas, con un aumento de 50 puntos base en la próxima reunión del FOMC del 14 de diciembre. Por el contrario, la perspectiva de un recorte de tipos no aparece en el horizonte a corto plazo.
Aneta Markowska, economista de Jefferies, pronostica:
«No creo que la Fed se sienta cómoda recortando las tasas hasta que el desempleo se acerque al 5% o la inflación descienda por debajo del 3%. Es improbable que esas condiciones se den hasta 2024».
El mercado del Tesoro, sin embargo, parece estar considerando la posibilidad de que se acerque una pausa en las subidas de tasas, quizá después de la esperada subida del 14 de diciembre. El -un indicador para predecir la tasa objetivo de los fondos de la Reserva Federal- ha estado en un rango de negociación recientemente, lo que implica que la suspensión de las subidas de tasas está cerca.
2-Year Yield, Fed Funds Rate
Es razonable suponer que los vientos en contra de la economía seguirán reforzándose a medida que los efectos de las subidas de tasas se dejen sentir cada vez más. De hecho, hay indicios de que ya se ha iniciado una leve recesión en EE.UU., como ya comenté ayer. Como resultado, la inflación podría desacelerarse rápidamente en los próximos meses.
Lo que está claro, sin embargo, es que la Fed no puede permitirse nada menos que una clara victoria sobre la inflación. El reto consiste en decidir cuándo es posible y cuál es el precio de la victoria
Puede que se esté gestando el mejor escenario posible… a menos que no lo sea. El ex Secretario del Tesoro, Larry Summers, está en el bando de los «no». El viernes declaró a Bloomberg:
«Sospecho que [los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal] van a necesitar más subidas de las tasas de interés de lo que el mercado está juzgando ahora o de lo que ellos están diciendo ahora. Mi sensación es que la inflación va a ser un poco más sostenida de lo que la gente está buscando».
De ser así, el riesgo de credibilidad seguirá estando en primer plano en los próximos meses.