Rusia ataca en el este de Ucrania mientras Putin celebra la captura de territorio

Por Vladyslav Smilianets

CERCA DE BAJMUT, Ucrania, 8 dic (Reuters) – Soldados rusos están presionando con ataques aéreos y terrestres en varios asentamientos en el este de Ucrania, dijeron responsables el miércoles, un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, celebró la captura de territorio durante la guerra de nueve meses.

Cerca de la ciudad de Lisichansk, Rusia desplegó más tropas para tratar de capturar la aldea de Bilohorivka, dijo el gobernador ucraniano de la región, mientras que un comandante en otro asentamiento fuertemente combatido describió una intensificación de la ofensiva aérea rusa.

«Están trayendo más y más reservas», alrededor de Bilohorivka para tratar de capturar el pueblo, dijo el gobernador de Luhansk, Serhi Haiday, a la televisión ucraniana. «Hay ataques constantes».

En el asentamiento de Bajmut y otras partes de la región de Donetsk vecina de Luhansk, el asalto dejó nueve civiles muertos, dijo el gobernador regional. Las fuerzas ucranianas contraatacaron con descargas de lanzacohetes, según testigos de Reuters.

Los combates se desarrollaron a lo largo de toda la línea de demarcación en Donetsk y la ciudad de Avdivka, en la primera línea, fue bombardeada por tanques rusos el jueves por la mañana, dijo Tatiana Ignatchenko, portavoz de la administración regional de Donetsk.

Putin dejó claro el miércoles que ampliar las fronteras de Rusia era un objetivo clave de la guerra, en contraste con los objetivos declarados al comienzo de la invasión del 24 de febrero, que él denomina «operación militar especial», cuando aseguró que los planes de Moscú no incluían la ocupación de territorio ucraniano.

Putin afirmó que Rusia ya había logrado un «resultado significativo» con la adquisición de «nuevos territorios» en Ucrania, en referencia a la anexión de cuatro regiones parcialmente ocupadas en septiembre, que Kiev y la mayoría de los miembros de las Naciones Unidas condenaron como ilegal.

Advirtiendo de que la guerra podría ser larga, Putin dijo que Rusia había convertido el mar de Azov en su «mar interior», delimitado ahora por Rusia y los territorios controlados por Rusia en el sur de Ucrania, incluida Crimea.

Dijo que esa había sido una aspiración de Pedro el Grande, el zar guerrero de los siglos XVII y XVIII con el que se ha comparado en el pasado.

En las últimas semanas, las fuerzas de Kiev han hecho retroceder a Rusia de franjas de terreno que ocupaba, incluida una importante ciudad, Jersón. El presidente Volodímir Zelenski afirma que sus tropas acabarán expulsando a Rusia de todo el territorio capturado, incluida la península anexionada de Crimea, situada entre el mar Negro y el mar de Azov.

El jueves, las fuerzas navales rusas derribaron un dron ucraniano sobre el mar Negro, dijo el gobernador ruso de Sebastopol, importante puerto y la mayor ciudad de Crimea.

A principios de esta semana, dos ataques similares contra bases aéreas situadas en territorio ruso asestaron a Moscú un duro golpe a su reputación y suscitaron dudas sobre por qué fallaron sus defensas, mientras la atención se centraba en el uso de drones en la guerra entre vecinos.

En la ciudad ucraniana de Melitópol, en la región de Zaporiyia, controlada por Rusia y ruta de suministro a Crimea, las autoridades instaladas en Rusia convocaron a los hombres en edad de combatir a movilizarse, dijo el Estado Mayor Militar de Ucrania en un comunicado.

Rusia ha lanzado docenas de ataques desde lanzacohetes múltiples desde el miércoles, dijo el estado mayor, junto con 16 ataques aéreos y 7 ataques con misiles.

Reuters no pudo verificar inmediatamente las informaciones sobre el campo de batalla de ninguno de los dos bandos.

BIELORRUSIA

A cientos de kilómetros de distancia, al otro lado de la frontera septentrional de Ucrania, soldados rusos se preparaban para combatir en condiciones invernales participando en ejercicios de entrenamiento táctico en Bielorrusia, aliado cercano de Moscú, dijo el Ministerio de Defensa ruso.

La intensa actividad diplomática y militar rusa en Bielorrusia en las últimas semanas ha reavivado los temores de que Moscú esté presionando a su aliado para que se implique más en la guerra de Ucrania.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que recurrió a los efectivos rusos para sofocar una revuelta popular hace dos años, ha permitido que su país sirva de base para la invasión rusa de su vecino común.

Hasta ahora ha evitado que su propio ejército se uniera a la operación, pero en las últimas semanas se han visto cada vez más signos de implicación de Moscú en Bielorrusia. El sábado, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, voló sin previo aviso a la capital, Minsk. El ministro y su homólogo bielorruso, Viktor Khrenin, firmaron enmiendas al acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre ambos países, sin revelar los nuevos términos.

Miles de militares rusos se han desplegado en Bielorrusia desde octubre, según Ucrania, y las autoridades bielorrusas hablan cada vez más de una amenaza de lo que denominan terrorismo por parte de partisanos que operan desde el otro lado de la frontera.

(Información de las oficinas de Reuters; escrito por Frank Jack Daniel; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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