Shanghái prepara una inesperada ronda de pruebas de COVID para la mayoría de residentes
10.06.2022 10:20
Trabajadores con trajes de protección en una calle tras el brote de COVID-19 en Shanghái, China, 9 de junio de 2022. REUTERS/Andrew Galbraith
Por Brenda Goh y Martin Quin Pollard
SHANGHÁI/PEKÍN, 10 jun (Reuters) – El centro comercial chino de Shanghái afronta este fin de semana una inesperada ronda de pruebas de COVID-19 a gran escala para la mayoría de los residentes, apenas 10 días después de que se levantara el confinamiento de la ciudad, lo que inquieta a sus habitantes y hace temer el impacto en los negocios.
Las autoridades de la ciudad, que se apresuran a detener un brote más amplio tras descubrir unos pocos contagios en la comunidad, han ordenado que se realicen pruebas de PCR a todos los residentes de 14 de los 16 distritos de Shanghái durante el fin de semana.
Algunos distritos dijeron que no se permitirá a los residentes salir de sus casas mientras se realizan las pruebas. Un aviso emitido en el distrito de Changning describió la exigencia de permanecer en casa como un «control restringido» de la comunidad a la que se le realiza la muestra.
Las reacciones de la gente en la plataforma de mensajería china Weibo eran una mezcla de sorpresa y preocupación, y algunos preguntaron cómo se verían afectados sus planes para el fin de semana, como mudarse de casa o ir al médico. Muchos expresaron su temor a que se los vuelva a confinar.
La medida se suma a los ya duros requisitos de comprobación que Shanghái introdujo para sus 25 millones de residentes tras suavizar el confinamiento de toda la ciudad el 1 de junio.
Los residentes de Shanghái deben demostrar que se han sometido a la prueba en las últimas 72 horas para acceder a espacios públicos como centros comerciales y oficinas, o incluso para utilizar el metro y los autobuses.
Aunque la tasa de infección de China es baja en comparación con los estándares mundiales, el presidente chino Xi Jinping ha reforzado su política de «cero COVID» que, según las autoridades, es necesaria para proteger a los ancianos y al sistema médico del país, incluso en un momento en que otros países tratan de convivir con el virus.
(Informes de Brenda Goh en Shanghai, Martin Pollard en Pekín y las redacciones de Pekín y Shanghái; edición de Richard Pullin y Simon Cameron-Moore; traducción de Flora Gómez)