Shanghái y Pekín rebajarán impuestos a las viviendas de lujo para espolear el mercado Por EFE
19.11.2024 05:58
(Actualiza con iniciativas en Pekín)
Shanghái (China), 19 nov (.).- Pekín y Shanghái, las dos ciudades más importantes de China, anunciaron que a partir de diciembre rebajarán los impuestos a los inmuebles de lujo para espolear el maltrecho mercado inmobiliario.
En Shanghái (este), considerada la capital económica del país asiático, la medida pasa por eliminar la distinción entre viviendas normales y de lujo: desde 2006, se pagaba por estas últimas un 2 % de la transacción, y ahora pasarán a pagar un 1 %, tasa unificada para todas las viviendas, según el portal de noticias local Shine.
Además, se eximirá de pagar un 5 % de IVA a aquellos vendedores de viviendas de lujo que hayan poseído esos inmuebles durante al menos dos años.
El plan contempla también una reducción del costo de las escrituras al 1 % para los compradores de viviendas de hasta 140 metros cuadrados, en línea con las nuevas políticas fiscales anunciadas el pasado día 13 por el Ministerio de Finanzas para «fomentar la estabilidad y el desarrollo saludable» del mercado inmobiliario.
Shanghái fue la primera en hacer efectivas las mencionadas iniciativas de la cartera de Finanzas; después, Pekín también aprobó un decreto similar, divulgado en la página web de su Comisión Municipal de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural.
«El ahorro de decenas de miles de yuanes en impuestos para los vendedores y la reducción del gasto en escrituras para los compradores ofrecerán a ambas partes más margen para negociar. Esto creará un entorno favorable para las transacciones, haciendo más fácil llegar a acuerdos y ayudando a mantener un nivel relativamente alto de actividad en el mercado», indica Lu Wenxi, analista de la agencia inmobiliaria Centaline.
Detener el desplome del mercado
En las últimas semanas, las autoridades chinas han seguido anunciando medidas para detener el desplome del mercado inmobiliario, un asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
A mediados del mes pasado, el Ministerio de Vivienda aseguró que el sector ya habría «tocado fondo» y avanzó una expansión de su programa de financiación para proyectos inmobiliarios, que alcanzará el equivalente a unos 562.000 millones de dólares a finales de 2024, ofreciendo un mayor acceso al crédito a promotoras para concluir obras en curso.
El Ejecutivo chino permitirá además a las autoridades locales usar fondos especiales para adquirir terrenos y propiedades sin vender, con el objetivo de convertir estas últimas en vivienda asequible.
En mayo, las autoridades ya habían lanzado un amplio paquete de medidas para tratar de reflotar el sector, con miles de millones de dólares en créditos para proyectos de viviendas subsidiados o la reducción de las cuotas de entrada necesarias para adquirir casas, aumentando asimismo el número de personas que pueden ser consideradas como compradores de primera vivienda.
Desde entonces, además, numerosas ciudades han anunciado medidas para facilitar la compra de vivienda, entre ellas algunas de las más importantes del país, como Pekín, Shanghái, Shenzhen o Cantón.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.